Jimin observaba de forma callada a SeokJin caminar de un lado a otro en la habitación, murmurando por lo bajo cosas inentendibles a los oídos del pelirrojo.
Inclinándose hacia adelante, Jimin apoyó sus codos sobre sus rodillas y sostuvo su rostro entre sus manos.
Para entretenerse, contó los pasos del mayor cuando iba hacia la izquierda y luego cuando volvía hacia la derecha.
—¡Es que no puedo! —explotó finalmente.
—¿Me dirás qué sucede, Hyung? —intentó nuevamente, esperanzado de averiguar cuál era el problema esta vez.
Suspirando, Jin tomó una silla y la corrió para sentarse en ella.
—¡Mírame! —chillo señalando su cuerpo—. Estoy horrible.
—Estás hermoso —corrigió con tranquilidad.
—Mi camisa ya no cierra —lloriqueo sin derramar lágrimas, realmente estaba haciendo un gran esfuerzo por no soltarlas al ver como abanicaba su mano frente a su rostro.
Observando la camisa del mayor, el pelirrojo noto que, de hecho, Jin tenía razón. Su camisa no cerraba bien debido a su gran vientre de siete meses.
Conociendo ahora cuál era el problema, se levantó de la cama e inmediatamente el omega contrario le observó expectante.
—No te preocupes Jinnie, puedo arreglar esto —prometió.
—P-pero no es solo eso —se lamentó, atrayendo la atención del menor—. ¿Qué pasa si me dice que no?
—Hyung... Fue Namjoon quien te pidió matrimonio —le recordó.
—Pero mira como estoy ahora —se volvió a quejar—. Ya no estoy delgado como antes, soy una ballena —refunfuño—. Tú en cambio sigues igual de esbelto y bonito, ¡incluso has trabajado tu cuerpo para tener algo de músculos!
Acercándose, Jimin colocó ambas manos en los hombros de su amigo y apretó con ternura.
—No estás gordito, Jinni-ah, solo estás cuidando de tu bebé aquí adentro —bajo una de sus manos al vientre del mayor—. Y es de mala educación comparar a las personas, tú sigues igual de bello e incluso más ahora que estás en cinta —recalcó—. Sabes que mi hermano está perdidamente enamorado de ti, cualquiera lo puede ver y tú lo puedes sentir —indicó observando el cuello del contrario, justo donde estaba su marca.
Respirando profundamente, Jin asintió con su cabeza.
—Sí, tienes razón —repitió un poco más tranquilo—. Lo siento, estos cambios de humor —se excusó a lo que el pelirrojo sonrió.
—Está bien, no hay problema —calmo—. Ahora relájate, estás más nervioso que cuando me gradué de la universidad y yo era quien se iba a graduar —recordó con cariño, sacándole una pequeña risita al mayor.
—Gracias Minnie —suspiro definitivamente más relajado.
—De nada, ahora, iré a conseguir una camisa más grande, debajo de la chaqueta no se va a notar de todas formas —pronunció alejándose—. Ya vuelvo —prometió saliendo de la habitación.
—¿Ya volvió a la normalidad? —preguntó Taehyung en cuanto cruzó la puerta.
—Sabes que con sus cambios de humor solo debes de ser paciente —indicó divertido.
El omega peliazul resopló.
—Solo lo dices porque tú tienes una paciencia infinita, lo cual es una gran ventaja considerando tu trabajo con los niños —pronunció—. En serio, cuando Jin hyung se pone así, entro en pánico y no sé qué hacer... No sé cómo fue que Kookie me soportó —sonríe.
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🌸 •Auténtico Deleite• 🌸
FanfictionComo un rayo de luz que atraviesa mi sombra, volteaste mi vida que era totalmente oscura de arriba para abajo. Tal vez antes no era nada, porque antes de conocerte no era nadie. Toda mi vida antes de conocerte, solo se trataba de matar el tiempo...