—Profesor, ¿tiene usted frío? —preguntó uno de sus pequeños alumnos mientras esperaban a que los padres aparecieran para recogerlos.
Instintivamente, Jimin alzó su mano y tocó el cuello alto de la camiseta que se había colocado bajo su delgada chaqueta.
—Solo un poco —respondió con una sonrisa, no queriendo explicarles a los pequeños cachorros que en verdad estaba ocultando las muestras de amor que había dejado su alfa en su cuerpo esa misma mañana.
El repentino ataque de su pareja había sido un poco inesperado.
Jimin culpaba al encuentro de su fin de semana con aquel hombre llamado Akanishi, había molestado a su alfa con su presencia e interés hasta el punto de lograr irritar también al lobo de Yoongi.
Sí, es verdad que en otras ocasiones también habían hecho el amor en la mañana antes de ir a trabajar, pero su Yoongi siempre se aseguraba de que fuera un día cercano al fin de semana para no causarle molestias en el trabajo desde que ninguno se controlaba muy bien en la pasión del momento.
Aunque a lo mejor esa había sido la razón por la cual le hizo hecho el amor de forma lenta y cuidadosa, o tal vez simplemente quería hacerlo lento y disfrutar torturándolo de placer.
Cuál fuera la razón, Jimin realmente había disfrutado.
Despidiéndose de su alumna junto al padre de esta, el pelirrojo observó la sala para encontrarse únicamente con el pequeño Beom-gyu sentado en su lugar mientras intentaba abrir su paquete de galletas.
Inclinando su cuerpo a través de la puerta para contemplar el pasillo, el omega suspiró al no observar a su amigo aún.
Negando suavemente con su cabeza por la tendencia de llegar tarde, fue hasta el cachorro y tomó asiento frente a él en la pequeña mesa grupal para cuatro.
—Conejito, ¿no es ese tu primer paquete hoy? —preguntó un poco sorprendido.
—No tenía mucha hambre —respondió extendiendo su pequeño brazo hacia el omega con el paquete de galletas—. Po favor —pidió haciéndole ojitos.
—Hoy estuviste muy tranquilo —observó y el infante se encogió de hombros—. ¿Qué hiciste este fin de semana? —preguntó.
—Acompañe a papi y a papá a ver sus pinturas y esas cosas —respondió presionando su pequeña mano en su moflete derecho, casi... Como si estuviera ocultando algo—. Papá Kookie jugó conmigo mientras papi combesaba con alguien.
—Conversaba —corrigió—. Conejito, ven aquí —llamó señalando la silla a su lado.
Levantándose, Beom-gyu siguió la indicación del omega y tomó asintiendo a su lado.
—¿Te duele uno de tus dientecitos? —preguntó y el menor se mantuvo en silencio, observando la mesa—. Abre boca —ordenó y el cachorro inmediatamente negó—. Beom-gyu... —advirtió con suavidad.
Soltando un suspiro, el infante abrió grande su pequeña boquita, mostrándole todos sus pequeños dientes a Jimin y confirmándole lo que sospechaba.
—Has estado comiendo muchos dulces, ¿te has lavado los dientes? —preguntó.
El cachorro dudó, pero luego negó.
El pelirrojo suspiró—. Tienes una carie, pequeño, por eso te duele. ¿Le dijiste a tus papis?
—No... —susurro observando la mesa—. No me gustan los dientistas.
—Dentistas —corrigió con una sonrisa suave—. Tendré que decirle a papi Tae.
—No po favor, ya no comeré más dulces, pero que no me lleven al dientista —rogó colocando sus pequeñas manos en el brazo de Jimin.
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🌸 •Auténtico Deleite• 🌸
FanfictionComo un rayo de luz que atraviesa mi sombra, volteaste mi vida que era totalmente oscura de arriba para abajo. Tal vez antes no era nada, porque antes de conocerte no era nadie. Toda mi vida antes de conocerte, solo se trataba de matar el tiempo...