🌸•Capítulo 32•🌸

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Jimin rió mientras luchaba por escapar de las traviesas manos de su alfa, quien apegado a su espalda tenía su rostro enterrado en su cuello haciéndole cosquillas con sus ruidosos besos babosos, y a la vez, intentaba abrir la puerta.

—Yah, ¡Yoongi! —se carcajeó, finalmente logrando abrir la puerta.

Inmediatamente, sus cuatro mascotas volaron al interior del departamento, ignorando a la cariñosa pareja.

Contorsionando su cuerpo, el omega finalmente escapó de los brazos de su pareja y se apresuró al interior de su hogar con una alegre carcajada.

—Ten cuidado, cachorro —exclamó Yoongi agarrándolo de la cintura cuando el menor perdió el equilibrio al intentar quitarse rápidamente sus zapatillas para alejarse de él.

Lamentablemente, el agarre del alfa no fue lo suficientemente rápido y fuerte, por lo que ambos cayeron sobre el limpio piso. En el suelo, los dos se observaron con sorpresa antes de estallar en risas nuevamente, llenando con su alegría el departamento.

Dios, que divertido había sido su tarde desde su salida al parque junto a sus mascotas.

—Esto es tu culpa, Yoonie —rió su dulce omega, girando su rostro para contemplarle.

—¿Mia? —exclamó—. Yo solo te intentaba ayudar —se defendió enderezándose y apoyándose en su antebrazo.

—Pero me atacaste en la entrada con besos babosos —acusó fingiendo desagrado, arrugado su nariz mientras aquellos dulces labios se tambaleaban en una mueca.

—Y si pones esa cara, volveré a atacarte de esa forma —amenazó acercando su rostro.

Jimin chilló entre risas y alzó sus manos para cubrir su cuello, pero fueron sus labios los que se vieron atacados con ternura.

—¿Estás bien? —preguntó finalmente Yoongi, sentándose y empujando la puerta para cerrarla.

—Sip, lo estoy —sonrió incorporándose también, levantándose del suelo con la ayuda de su alfa—. ¿Qué quieres de cenar? —preguntó alejándose y dirigiéndose hacia la cocina—. Nos quedó arroz del almuerzo y algunos vegetales. Podríamos hacer bibimbap, pero no quiero que tu estómago pruebe algo picante aún —pronunció pensativo.

—Tenemos un poco de algas gim —pronunció el mayor luego de revisar el interior del refrigerador—. ¿Y si hacemos Kimbap? Podemos cortar la carne en trozos pequeños y freírla para hacer con ellos también.

—Entonces Kimbap será —asintió el omega lavando sus manos antes de tomar la tabla de picar junto a un cuchillo para cortar la carne.

Colocándose detrás de su omega, Yoongi lo rodeó con sus brazos descansando sus manos en su abdomen y apoyó su mentón encima de su hombro, arrastrando su nariz por la dulce curvatura su cuello, deteniéndose detrás de su oreja.

—Amor, me desconcentras —pronunció con una sonrisa el menor ante su cariñoso alfa.

—Lo siento —pronunció separándose, plantando un beso en su mejilla—. ¿Te molesta el cabello? —preguntó al escucharle soplar en un intento de alejar un rojizo mechón que obstruía su vista.

—¿Me amarras el pelo? —pidió dejando de cortar y estirando su mano.

Quitando la liga que rodeaba la muñeca de su omega, Yoongi tomó con cuidado el cabello rojizo, lo juntó y amarró para formar una pequeña colita.

—Listo —anunció—. Iré a comprar, ¿necesitas algo? —preguntó sacando la fuente con los vegetales que habían sobrado para dejarlos en el mesón de la isla también.

🌸 •Auténtico Deleite• 🌸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora