fiesta

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Mi mujer pequeña, mía, preciosa.
¿Podrá sentir mi abrazo caprichoso en su espalda, mis brazos que la rodean siempre que encuentro el tiempo para abrazarla?

Dudo que mis palabras sirvan,

Pero si me dormí, Me dormí a tu lado,
Sí me encuentras por la mañana,
Sí encuentras algo de tranquilidad en mi pecho, acomódate en él,
Tal vez encuentres lo que yo encontré en el tuyo,
Durmiendo con tu calor innumerables noches.

Úsame de almohada un día, una noche, un momento y mientras escuchas mi corazón dando ritmo azaroso, mi mente desdoblada te besará la espalda en sueños.

Procura cubrirte y tú sombrero serán esos besos.

Quiero sentirte cuando despierte, el peso de tu cuerpo que me faltó en la relatividad de un mes que pareció eterno, hasta que te encontré oculta en un pasaje de mi mente, hasta que no pude seguir escondiéndome a tus espaldas. Aquellos días en que no nos encontramos, yo amanecía en España y tú en mi cama, hasta interceptarnos en pleno escape del cuenta gotas y ojos de agua.

Cuando despierte te beso y te beso en el pelo y te atrapo aunque estés leyendo y si eres tú la que duermes,

Susurré mis secretos tú ya sabes.

ScriptoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora