Quién pudiera acurrucarse a su lado,
Caída la noche levantar los velos que la cubren y ser una con ella,Ser como los párpados de sus ojos dormidos,
juntos por lo que duren los sueños,
Compartir visiones como los ojos que se mueven a un mismo tiempo y miran una misma cosa,
Ser como aquel rostro que se descubre bello frente al espejo y se refleja a sí mismo repetidas veces en el interior se sus ojos.
Así quiero ver el azul del cielo reflejado en sus orbes, en sus ojeras y el mover de las nubes por sus escaleras.
El verdadero amanecer está en su despertar y mi noche está en sus buenos días.
Como las pestañas se enredan, mis pies juegan con los suyos en pensamientos mutuos.