Carmen,
Carmen,
Carmen,
Tú nombre se repite como una palabra hermosa qué es como un eco que rebota por el vacío de mi calavera, entretejiendo de mis neuronas
Empieza con una letra muda que explota,
Casi como la explosión de tu silencio,
Como la bofetada que me recibe cuando te miro por primera vez.
Sabes que me embargo tu río de dulzura
Y mi pecho secretara miel y fuego fundiéndome en un mar de oro,
Enredándose como en la telaraña de tu pelo mis besos.
Luego es esto,
Qué es como un grito,
Un llamado de atención
Una letra difícil,
Un pensamiento
Y el sonido de tu golpe en mí.
Y despliega un lienzo en mi pared y te pinto con mis manos,
El pincel imprime dos ojos marrones brillantes,
El resto son solo caricias desde tus párpados, pasando por tus mejillas y la textura nueva de tu cabello,
La cintura que marca el tiempo,
Los recovecos de tu espalda,
Tus caderas al son del tiempo
De la música de tus piernas
Y el sonido de tus tacones,
El segundero de mis relojes
Y los latidos míos.
