Ciruelo

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Estoy aquí tendida,
Observándola en las curvas del río,
Imagino ver la expresión de su rostro,
que sus ojos pueden leer en los míos

Abajo las cosas se queman, pero yo me siento en una vía de ascenso,
Desde donde tú lo ves,
Tal vez estoy descendiendo, pero yo me siento arriba.

Abajo el tiempo corre, la piel se acartona, se ampolla la carne y me duele, pero al camino hacia el rincón que comparte mi espacio privado yo le llamo subir al cielo.

Soy solo un globo pegado al techo, pero aquí el tiempo parece no tener importancia, se pasea como un caracol, como una tortuga y se ha detenido a ver a la flor más hermosa, oculta detrás de las alas de mariposa.

Este es un invernadero, transparente, cálido, tropocal, húmedo y lluvioso.

Yo no vuelo, yo no sé volar, pero ella flota, es la flor y la mariposa y el ave que revolotea, la juventud del ciruelo en flor, la acidez cubierta de sal de las ciruelas verdes y el dulzor húmedo de su pulpa.

Sus aretes son crisálidas, en ella ha encontrado refugio la vida y en verano florecerá extendiendo sus alas, caminando por su carita y adornándole el pelo, luego se echarán a volar causando cosquillas por verla y ansias por sentirla.

Ella es princesa con séquito de vírgenes con vestidos blanco traslúcido e inmaculado, ataviadas con diademas y coronas florales, que bailan alegres sus danzas primaverales,
De todas soy yo la más complacida porque ella ha encontrado descanso en mi pecho y mis labios descansan en ella.

En su espalda mis caricias , su piel es carretera del roce etéreo de mis yemas, mientras pinto mis labios para pintar sus mejillas y llenarla de primera.

ScriptoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora