bella

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Hermosa mía,
que duermo contigo no es ningún secreto,
que comparto mi cama contigo y me duermo abrazándote mientras dibujo figuras en el misterio de tu vientre,
Eso todos lo saben.

Allí dejo mi mano para quitarte sangrantes dolores
y si te duele el corazón,
en tu pecho será su posada.

En posición fetal
Como si fuéramos un par de gemelas, te arropo la espalda nocturna hasta tu mañana,

Tú pelo desordenado cae en mi rostro como un velo,
su olor me agrada,
sonrío besando la vértebra más expuesta a mis labios.

Siento tanta calma en esos fugaces tramos del tiempo.

El instante breve en el que tú eres mía, yo tan tuya y somos nuestras.

Mi pecho contra el tuyo.

En un segundo de paz mis costillas y las tuyas se expanden a la vez,

Tú mentón acomodado entre mi cabeza y mi hombro, yo complacida sintiendo el aroma de tu cuello.

Mis manos te rascan la espalda, pero las tuyas se pasean en mi interior por donde quieres, jugueteas a gusto con mis entrañas.

Hay una mujer entre medio de mis brazos,

Tan tierna

Aunque me diga lo contrario,

Está en el interior más tierno de mi ser, el más dulce, un lugar acordé con su delicadeza y a pesar de todo es tan fuerte.

Tanta pena y tanta alegría,
Tanta amargura y aún así tanta felicidad,
La dulzura de sus labios y la salinidad del mar.

Las contradicciones nuestras,

La mía empieza divagando entre la brevedad de su cintura y el ancho de sus caderas de ensueño.

Me arrimo en su costado,

Me escondo a su lado
en el lugar donde su mano puede acariciar mí cabeza
Y me desarma, mientras pienso:

"Eres la más bonita, una mujer muy bella, tal vez la más".

ScriptoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora