naturaleza

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Mis versos son un circunloquio
Un millón de palabras para referirme a aquellas que no existen,
Las que describen aquello que ve mi corazón en ti.

Mi prosa le da la vuelta a tu cintura,
Eres el sol a mí tierra,
Un planeta a su luna.

Mil años hablando lo mismo,
No me canso de depositarte mis besos,
Medir con mis pulgares la proporción de tus caderas.

El número de oro en todo tu cuerpo, amor mío,
Roma es solo un anagrama con tu nombre, amada y musa.

Hasta una imagen de una pequeña sección de tu ser parece una secuencia erótica escandalosa
Porque el misterio de tu tierra se esconde dentro tuyo,
Un millón de secretos que en ti son revelados.

La visión fugaz de tus tobillos que se muestran coquetos como las blondas de encaje que decoran el dobladillo de tus enaguas, parecen sugerir un millón de cosas,
Prometen que el viento regalará el obsequio de la visión de las piernas como troncos de árboles firmes cuyo fruto es el delirio y la sed por ti.
Nacieron tallados de hermosas formas,
Tú pecho y tu vientre sus copas,
En tus dedos las mariposas azules y las monarcas,
Sobre tu cabeza un nido de pájaro
Y tú voz el canto de aves, amada.

ScriptoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora