En ti el amor se desborda y escucho el correr de tus aguas termales, en las que ya me he sumergido, pasar por mi cuerpo montaña abajo hasta besar la salinidad del mar.
Dame aire, sirena mía,
Que no tengo suficiente de tus danzas en la playa,
Tú cabello húmedo pegada a tu cuerpo,
Tú desnudez a penas cubierta.
Te paseas desvergonzada y acariciada por las olas,
Estática,
de pose sensual
Los pintores te observan y no pueden plasmar la belleza de tu canto,
Te has llevado su cordura en medio de tu lucha con la helada,
tiemblan
Y en las fantasías de los que te observan
Tu cuerpo es el lienzo y ocupan sus manos y sus dedos para cubrir la totalidad de tu piel en óleo
Y pintarte encima el paisaje de un atardecer de primavera,
Pero pronto comprenden que tú cuerpo destila la fragancia de las flores,
El rubor de tus mejillas es el color de las rosas
Y tienes las entrañas llenas del vuelo de las mariposas.
Yo en la lejanía,
muriéndome por quitarte el frío
Y cubrir tu desnudez con mi propio cuerpo
Porque vi tu reflejo en un espejo del cielo que me hizo creer que eras una estrella
Por lo brillante y hermosa.
Fuí a la playa y con mis manos plasmé el positivo de la perfección de tu cuerpo repleto de fertilidad en la arena.
