Capítulo 26

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Pierre Daract

La amiga de Odette se pierde camino a la recepción en busca de Odette.

Odette.
Odette.
Odette.

Ese nombre no sale de mi cabeza.

Definitivamente me atrae físicamente incluso más allá de eso, pero no me dará chances, piensa que soy un mujeriego y bueno supongo que tiene razón. Es cierto me gusta acostarme con chicas que tienen novio simplemente porque quieren de mi lo mismo que yo de ellas, me las follo y luego se las devuelvo a su noviecito, tipo: aquí no ha pasado nada. Pero con Odette no es igual, fantaseo con ella desde que la conozco y eso es casi un puto año, nunca una chica ocupó mi mente por tanto tiempo.

Recuerdo el primer día que llegue a Blair College, me presentaron frente a todos mis nuevos compañeros y Odette ni siquiera levanto la mirada mientras garabateaba algo en su cuaderno, desde el día uno yo sabía quien era ella y a ella no le importaba para nada el chico nuevo, siempre me llamo la atención la manera en que no miraba a nadie como si estuviera sobre el nivel de los demás, como si los demás solo fueran extras de su vida, admito que me molestaba, pero me intrigaba al mismo tiempo.

Había una duda constante en mi cabeza: "¿Por qué Odette siendo la chica más hermosa de todo el lugar no recibía la atención de los chicos?" Entonces lo entendí ,ella solo tenía ojos para una persona fuera de sus amigas y ese era Ricitos De Oro aunque cuando comenzamos a hablar en octubre note que quizás no era lo que yo pensaba, ella me lo dijo el día de su fiesta «solo somos amigos» y ahora siento que no es un rival y aunque lo fuera no me intimida en lo absoluto, menos ahora que siento la vibra que corre entre Odette y yo, sé que le gusto y solo lo intenta ocultar con su indiferencia, su lenguaje hosco y sus respuestas altivas, pero lo cierto es que todo eso me pone aún más.

Me dirijo hacia la tarima para ver el final del debate. Es la mierda más aburrida de la vida, me ubico justo detrás de todos los reporteros. No me asombro cuando veo el gráfico en la pantalla tras de los candidatos que muestra quien ha acumulado más favoritismo en las redes sociales: mi padre. Justo ahora está dando por finalizado su discurso y me asqueo por su tono tan amable de voz.

—Se que cuento con el apoyo de la gente y desde mi humildad y respeto se los agradezco de todo corazón, amo a esta ciudad y a sus habitantes y aunque todos poseemos raíces distintas hemos decidido vivir aquí en donde se juntan las culturas y las buenas costumbres. Se que todos soñamos con la paz y la prosperidad de esta ciudad. —Sonríe abiertamente y continuaba hablando —. Les aseguro que si votan por mí. —Toca la chapa con su cara pegada en su traje, justo en el lado izquierdo de su pecho —. Me aseguraré de una buena educación, mejores hogares y mejores hospitales para las escasas aunque existentes zonas pobres, en donde viven nuestros trabajadores, madres y padres de esfuerzo y claro que no me olvidaré de mi gente, de los que son de este lado. Ustedes evitarán gastos en los seguros médicos cuando inaugure un hospital gratuito para sus trabajadores. —La elegante gente que bebe champaña se ríe, mientras yo me asqueo.

No entiendo como pueden creer todas las sucias mentiras que salen de su boca, bueno la respuesta es simple la gente es estúpida. Sobre todo esas señoras enamoradas de Antoine, lo sé tiene el porte de un político tipo presidente de Canadá, pero y qué mierda importa, ¡les está mintiendo en la cara! No los culpo, no saben lo que yo se, es fácil engañarlos si es el manipulador de mi padre el que lo hace.

Los candidatos bajan del escenario y los reporteros se dispersan por el vestíbulo, uno se me acerca rápidamente y no alcanzo a correr antes de que ponga una cámara gigante casi en mi cabeza, me siento prisionero del ISIS.

—¿Usted es uno de los hijos de Antoine Daract no es así? —Pregunta acercándome su celular para grabar mis respuestas.

Le doy una media sonrisa a la cámara. —Si, lo soy. —y añado un guiño.

Disfraz De Ángel [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora