Odette Payne
Despierto siendo aplastada por Elle, me tiene abrazada tan fuertemente que no puedo respirar, levanto mi pierna para apartar la suya.
Ayer las chicas decidieron quedarse a dormir en mi casa, por mí está bien, no quiero estar sola.
—Laura ¡ayúdame! —Elle es el tipo de persona que no despertaría aunque explotara una bomba a su lado.
Laura la tira hacia su dirección, para sacármela de encima.
—Gracias. —Me levanto—. Le diré a Luisa que prepare el desayuno.
—Intentaré despertar a Elle. —Laura va al baño, seguramente a buscar agua.
Camino por el pasillo en dirección a la escalera, estoy a punto de bajar cuando oigo la voz de mi padre.
—Llegaste tarde anoche. —Camina hacia mi, con su elegante traje negro, negro como su alma. —Fue una falta de respeto irte de la cena ayer.
—Permanecer ahí era una "falta de respeto" a mis derechos humanos.
—Si no fueras mi única hija, ya te habría enviado a un centro de monjas en Italia.
—Por mí genial.
—No juegues con mi paciencia, Odette. —dice tranquilamente bajando por las escaleras —. Tengo asuntos en la Francia, volveré en dos días, mañana vendrá tu institutriz de Ballet, quiero que practiques para que bailes en frente de los Daract.
—Como sea —respondo, sé que esta es la forma de mi padre de darme una lección.
Al llegar al pie de la escalera veo a Edwin en su terno y corbata grises, de pie junto a la puerta.
—Cuida bien de mi hija Edwin, no te dejes influenciar por sus peticiones, estará encerrada en esta casa hasta que yo lo diga, solo saldrá para ir a clases. —Ordena mi padre.
—Así será, señor. —responde el traidor.
Papá sale por la puerta y yo me paro delante de Edwin.
—Pensé que estabas de mi lado. —digo y camino hacia la cocina para pedirle a Luisa el desayuno, la mujer de unos 40 años me saluda felizmente y me dice que estará listo en media hora, vuelvo a mi habitación, las chicas ya están despiertas
—Buenos días. —dice Elle con el pijama empapado.
—Buenos días.
Recuerdo que Nagini debe comer, me acerco al balcón y saco dos ratas blancas de la pecera de vidrio, debo dejarlas en su terrario para que las case.
—¡Ay no! —Laura se cubre los ojos al ver a las ratas vivas. —¿Por qué la alimentas justo ahora? ¡No puedo ver eso! —suelta corriendo al armario.
—Es su hora de comer. —digo entrando en el enorme terrario para liberar las ratas, mi serpiente comienza a casarlas, salgo y cierro el cristal con seguro.
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Disfraz De Ángel [1]
Teen FictionLa estudiante estrella de un colegio privado es striper a escondidas y está a punto de conocer a su prometido. El padre de Odette es un hombre frío, su madre murió al darla a luz. Ella no sabe amar, suena triste, pero no lo es, eso no le importa, no...