La estudiante estrella de un colegio privado es striper a escondidas y está a punto de conocer a su prometido.
El padre de Odette es un hombre frío, su madre murió al darla a luz. Ella no sabe amar, suena triste, pero no lo es, eso no le importa, no...
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Odette Payne
La luz del sol entra por una pequeña ventana, siento mi cuerpo tibio bajo las sábanas. Todo lo que veo es a Pierre durmiendo a mi lado, lo observo por unos minutos, no pienso en nada mientras lo hago, solo lo miro, se ve tan tranquilo y relajado. Duerme sobre su pecho mostrando su espalda desnuda, puedo ver el tatuaje de su hombro. Su cara está en el hueco de su brazo, se ha deshecho de la almohada en algún momento de la noche y también de mi muro de Berlín.
Definitivamente no lo conozco, no sé nada sobre sus sueños ni tormentos, pero algo en mí me dice que no debo averiguarlo. Aquello me acercaría a él y yo debía mantener toda la distancia posible.
—Te demandaré por acoso. —dice con la voz levemente ronca.
—Yo debería demandarte a ti, por prometer no verme ayer y haberlo hecho de todos modos.
—Si tengo que ir a juicio por verte desnuda, que así sea.
—Pero, no me viste desnuda. —aclaro.
Me muestra sus dientes en una media sonrisa. —Pero lo haré.
—No pasará.
—¿No? —pregunta, yo niego con la cabeza —Pasará de todo entre nosotros, Odette.
—Que ridículo.
—¿Ridículo? —pregunta acomodándose en frente de mi.
Pierre tiende su mano para acariciar mi mejilla, lo miro extrañada por el gesto, siento vértigo en el estomago cuando sus ojos bajan hasta mis labios y suben de nuevo para mirarme, no sé que trasmite mi mirada, solo espero que fuera seguridad.
De un momento a otro acorto la distancia entre nosotros, sus labios tocan los míos, son suaves como en mis sueños aunque más fuertes y posesivos. Pierre rodea mi cintura con su mano acercándome aún más a él.
No pide permiso para adentrarse en mi boca. El vértigo en mi estomago se duplica.
Cedo al beso por unos segundos presa de mis instintos, presa del placer en mi vientre bajo y el cosquilleo en mi piel donde él toca, pero recuerdo que esto no puede ser. Pierre es el chico con quien me casarían en algún momento y eso me aterra. Si realmente quiero ser independiente no me puedo involucrar con él y además se iba a follar a esa tipa rubia ayer, no soy su segunda opción, empujo su pecho alejándolo de mí.
—No vuelvas a hacer eso.
—¿Por qué no? —Miro sus labios sonrosados y no sé que responder.
—Solo no lo hagas.
Pierre aparta la mirada y luego se pone de pie apartándose de la cama y de mí.
¿Por que me besó? Acaso piensa que de verdad puede ocurrir algo entre nosotros, ¿se quedó con las ganas desde la rubia y era yo su premio de consuelo? No quiero seguir pensando en él, no quiero sentir nada por él, ni siquiera me agrada.