Disfraz De Ángel [1]

Capítulo 40

Laura Slim

—¿Irás a la boda de tu amiga? —Pregunta mi madre mientras mira sus uñas recién hechas, viene llegando del salón.

—¡¿Qué?! —Suelto.

—De Odette, ya sabes, no tengo ganas de ir, hoy es noche de cine con tu papá.

"Noche de cine" así llama al irse por ahí a fingir ser adolescentes, la verdad lo considero tierno.

—¿Se casa hoy, a qué hora? No me dijo nada.

—Ve en representación de la familia y saluda al alcalde de mi parte. —Mira alrededor, mi ropa está en el suelo y mi cama deshecha —. Y ordena.

—Está bien —digo poniéndome de pie a recoger mis cosas —. Pero fueron Liam y Leo los que desordenaron en primer lugar —suelto entre dientes.

Cuando mi habitación luce como la de una revista de hogar voy a bañarme, canto en la ducha por quizás media hora y luego me pongo mis cremas especiales para cabello rizado o todo se volverá un caos en mi cabeza, opto por un vestido largo negro y como de costumbre pongo un cinturón en mi muslo con unas cuchillas, me hace sentir ruda aunque nunca me ha sucedido nada para ponerlas en acción.

Me voy al lugar conduciendo mi jeep, cuando llego no me sorprende la cantidad de reporteros que hay por todos lados.

Apenas entro la esposa del alcalde me dice donde está mi amiga y de camino ahí me encuentro con el bobo de Adam. Sigo caminando por el pasillo mientras mis tacones resuenan en el piso de mármol, Adam va enfrente de mi mirando las pinturas de las paredes mientras camina creyéndose el mejor.

—¿Entusiasmado por ver a la chica que amas casarse con otro hombre? —pregunto molestándolo.

Me mira serio. —No eres graciosa.

—Oh, yo creo que si. —le sonrío con inocencia mientras me acerco a su lado. —Y para que lo sepas siempre fui team Oderre.

Arruga el ceño. —¿Qué mierda es esa?

—Odette y Pierre, obviamente. —el rubio pone cara de asco.

Llegamos a la puerta alta en donde supongo que está Odette así que abro sin golpear y sí, ahí está, se ve divina aunque parece ansiosa, hablamos un rato y después cuando debe caminar por el altar suena una linda melodía que comienzo a tararear sentada en mi butaca.

—Es molesto el ruido que haces —dice Adam.

No he conocido nunca a alguien tan desagradable como Adam, nunca entenderé que ve Odette en él, si es guapo, pero ¿y? Mucha gente es guapa.

—Y tú no aprietes los puños de esa manera, ya perdiste tú oportunidad con Odette —me burlo mientras Odette y Pierre se besan en el altar.

Nos ponemos de pie, Adam con una mueca y yo con una enorme sonrisa mientras aplaudo.

Odette lanza el ramo y aunque quiero atraparlo y casi doy mi vida por ello, me lo gana una señora de 80 años quien puedo jurar me sonríe con malicia y burla, ¿para qué quiere ella un ramo? Ese tren ya pasó.

Bailo vals con un chico al azar quien afortunadamente es lo suficientemente caballero como para no dejarme sin acompañante de baile.

Odette y Pierre hace rato desaparecieron.

De pronto escucho ruidos fuertes que lastiman mis odios, la gente grita asustada frente a la balacera que no tengo idea de donde proviene, la luz se corta y entonces la gente corre empujándome, no logro ver nada, y para cuando la luz vuelve el lugar ya está casi vacío.