Capítulo 4

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Odette Payne

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Odette Payne

Sus besos son suaves, me presiona contra la cama mientras su mano llena de tatuajes dibuja figuras extrañas en mis senos. Jadeo al sentir su tacto, no entiendo cómo siento tanto con tan poco, su otra mano se desliza hacia mi estomago bajando lentamente al borde de mi ropa interior, mete su mano y comienza a acariciarme volviendo mi respiración irregular. De pronto la alarma y los rayos del sol me despiertan.

¿Por que estaba soñando con Pierre? Ni siquiera me gusta, ayer cuando fumaba ese cigarrillo no podía evitar mirar sus manos, la forma en que miraba mi cuerpo como si le repugnara y le agradara a la misma medida, también en 3 días me llegaba la menstruación y siempre tengo este tipo de sueños cerca de esos días aunque siempre había sido borrosa la cara de la otra persona, definitivamente mi cerebro juega conmigo.

Miro la hora en mi celular y son las 6:12 a.m, debo estar a las 8:00 a.m en el colegio. Voy al baño, el agua fría me ayudará a calmarme pero la verdad he quedado insatisfecha, decido poner a correr el agua tibia en la bañera, mientras se llena salgo al balcón para tomar aire, mi balcón es de piedra blanca con algunas hojas crecientes en los bordes, a lo lejos se ve un pequeño bosque, pongo mis codos en las orillas mirando el cielo gris a punto de amanecer.

Camino de vuelta al baño, me quito el pijama y me meto en la bañera, el agua tibia se siente genial y mientras me enjabono comienzo a tocarme como en el sueño.

Cuando me estoy vistiendo ya me siento mucho mejor. Me pongo mi uniforme, desayuno y subo a la limusina con Edwin.

—¿Edwin cómo está tu esposa?

—El embarazo avanza bien. —responde sonriente.

—Eso es genial, iré a conocer a tu hija apenas nazca.

—Claro que sí, señorita.

Edwin ha cuidado durante años, pero ahora él tendría su propia familia.

—Ahora que tendrás una linda familia. ¿No me abandonaras, verdad Edwin?

—Claro que no, usted también es mi familia, señorita.

Sonrió y miro por la ventanilla, es un día soleado y la gente pasea a sus mascotas por el parque, otros corren haciendo deporte, mientras avanzábamos veo a dos ancianos en una banca alimentando palomas, de repente pienso que se sentirá estar tan enamorado de alguien como para querer envejecer a su lado.

Llego a la hora justa a clases, apenas entro en mi salón la mirada de todos mis compañeros caen en mi, algunos hablan en voz baja entre ellos mientras me ven avanzar a mi asiento y otros parecen juzgarme con la mirada.

—¿Qué pasó? —le pregunto en un susurro a Adam, cuando me siento tras de el.

—Saben lo del compromiso —dice dando media vuelta para mirarme—. Piensan que es un arreglo para beneficiar las elecciones y que tu padre ayudará a encubrir las ilegalidades de los Daract.

Disfraz De Ángel [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora