Disfraz De Ángel [1]

Capítulo 10

Odette Payne

Pierre lleva arrastrándome por unas 10 calles, ya me duelen los pies. Los hombres que vienen detrás de nosotros ya casi nos alcanzan, mi asma ya me está pasando la cuenta.

—No puedo más. —jadeo.

—¡Salta! —Pierre me ayuda a saltar una verja luego me sigue, de un salto está a mi lado.

Me toma de la mano de nuevo y se mete dentro de un edificio abandonado.

—shhh... —Está detrás de mi, me cubre la boca con una mano, miro por un pequeño agujero en la pared de cemento, los tres hombres han saltado la verja —. Se irán —susurra Pierre en mi oído.

Tiene razón, los tres hombres siguen corriendo en nuestra busca por otra calle, cuando los veo alejarse quito bruscamente la mano de Pierre, me giro para mirarlo.

—¡Eres un idiota! —Estoy enojada, siento que el corazón se me saldría del pecho, ¿por qué me arrastró hasta aquí?

—No grites, te van a oír.

—¡Me importa una mierda!

De nuevo me pone una mano en la boca para que no grite, forcejeo para que la saque pero tiene más fuerza que yo, le doy un rodillazo en el estómago.

—¡Estás loca!

—No vuelvas a intentar hacerme callar ¿Quién te crees? —suelto indignada.

—¿Preferías que nos atraparán? —su voz mantiene el dolor del rodillazo.

—Que te atraparán. —corrijo.

—Okey lo siento. —se endereza. —Esos tipos iban a matarme.

—¿Y a mi qué? No tenías que arrastrarme hasta aquí, estaba pasándomela bien. —Claro que no tanto como él.

—No te podía dejar sola. —argumenta.

Lo miro directo a sus ojos cafés, su cabello negro está desordenado por el viento y su camisa salida del pantalón.

—Creo que ya se fueron. —Pierre mira hacia la calle. — ¿Crees que sería buena idea salir de aquí?

—No lo sé, deberíamos esperar, aún deben estar buscándonos, ¿Quiénes eran?

—Sé que uno es el hermano de la chica que me iba a follar —dice—, los otros venían con él.

Me siento en unos escombros, apoyo la espalda en una pared de piedra y cierro los ojos, necesito relajarme no tengo ningún inhalador cerca y ya me ha comenzado a doler la cabeza, eso debe ser gracias a toda la mierda que bebí.

Pierre se sienta a mi lado, también apoya su espalda en la pared.

—No te duermas —murmura —. Llama a un chofer que venga por nosotros.