Él podía sentir las gotas de lluvia caer sobre su rostro anunciando la nueva tormenta. En su mente él podía contar cada una de esas gotas. Un mar de pensamientos a su alrededor y una meta frente a sus ojos.Un objetivo.
Observó a los hombres frente a él. Un ejército numeroso. Un ejército que supera enormemente a los hombres que él tenía a su espalda. Sus ojos se pasearon directamente hasta Ramsay Bolton.
Ramsay tenía el apoyo de la casa Umber y la casa Karstark. Cualquiera podría pensar que Aegon Targaryen estaría asustado en momentos como estos. Él nunca sintió miedo antes de una batalla. Era una sensación diferente. Un sentimiento que no podía describir se apoderaba de él, y lo único que había en su mente era la muerte. Muchos lo vieron como una bendición, un arma secreta. Él se sentía un monstruo, un asesino. Nunca mato por placer, pero la sensación de poder siempre fue difícil de manejar. Cuando sus enemigos estaban frente a él, solo podía pensar en acabar con todos y cada uno.
Jon decidió que necesitaba recuperar el control en el norte antes de la Gran Guerra, pero la razón número uno era Rickon.
El rey nocturno marchaba hacia Castleblack por el norte, y Ramsay Bolton por el sur.
Observó a Ramsey montado sobre su caballo, andando entre sus hombres como una especie de dios, fingiendo haber peleado en cientos de batallas.
Observó como uno de los soldados se abrió paso entre los demás, y le entregó una cadena atada al cuello de un joven.
Era Rickon Stark.
Jon se acercó y bajó de su caballo cuando se vio lo suficientemente cerca como para reconocerlo.
Ramsey soltó las cadenas de las manos de Rickon.
De pronto Rickon comenzó a correr hacia él.
Sintió su corazón acelerado cuando vio a Rickon correr hacia él usando toda la fuerza que le daban sus piernas.
Entonces lo comprendió. El arco que Ramsey sostenía en sus manos, casaría a Rickon como si fuera un animal.
Se subió nuevamente al caballo, pero estaba lejos, demasiado lejos como para llegar a tiempo a él.
Las flechas fueron más rápidas. Primero una, luego otra y con la tercera, finalmente Rickon se desplomó en el suelo.
Muerto.
Sus ojos se conectaron con los de Ramsay.
Su mente quedó completamente en blanco cuando observó la sonrisa de Ramsay.
El mundo conocía a Ramsay Bolton como un monstruo despiadado, pero por primera vez en su vida. Ramsay Bolton descubrió el alma de un verdadero monstruo.
El alma de un dragón.
No pudo recordar nada más después de eso. Todo estaba completamente borroso y lo siguiente que había en su mente era la cara destrozada de Ramsay y la sangre corriendo por sus manos.
El no pudo sentir el dolor de sus propias heridas hasta que Sansa había dicho su nombre, y de alguna forma, de alguna manera su mente regresó a este mundo.
Después de eso, se había perdido en el bosque de los dioses.
Había tanto odio dentro de él. La ira en su interior era inagotable. Un sentimiento que jamás podría sacar de su cuerpo. Lo había intentado. Solo había logrado agudizar sus sentidos al momento de pelear. No importa cuanto luche en contra. Esa maldición lo acompañaría hasta el final de sus días.