Capítulo 4: ¿Qué está sucediendo? (Parte 1)

65.2K 4.7K 1.3K
                                    

FLASHBACK (10 años atrás)

──¡Loco! ¡Maldito! ¡Paranoico! ¡Anormal! ──un grupo de niños insultaba y golpeaba a otro más pequeño.

──¡Ya basta! ¡Déjenme en paz! ──sollozó el pequeño a quien maltrataban. Se hallaba arrinconado por sus abusadores, se le notaba aterrado e indefenso ante el abuso que estaba recibiendo.

──¡Niños, fuera de aquí! ¡Déjenlo tranquilo!... ──una mujer adulta apareció de pronto, echó al lado a los niños, y se acercó al pequeño que se encontraba en el piso──. Ven, cariño... Vamos adentro, al salón de clase, todo estará bien ──una mujer regañó a los pequeños abusadores y le dio la mano al pequeño para que se pudiera levantar──. Después hablaré con ustedes ──les informó a los demás niños.

──Sí... maestra ──el pequeño se levantó del suelo y se aferró a la mujer que lo había salvado de seguir pasando por ese maltrato. Ambos se encaminaron hasta el salón de clase, se hallaba por completo vacío ya que en este momento es la hora del recreo.

──Muy bien, siéntate... Necesito revisar los golpes que te dieron esos niños... Te juro que recibirán un castigo por esto, tú no te preocupes. Esto es inaceptable ──el pequeño se sentó en una silla azul. La maestra se acercó con un algodón lleno de un líquido transparente, y se lo pasó por los raspones que tenía el niño en sus brazos y en su mejilla.

──¡Auch!... ¡Duele! ──se quejó por el agua oxigenada que la mujer colocó en sus heridas.

──Lo lamento, cariño... pero debo limpiar esas heridas. Va a doler un poco, así que necesito que seas un niño valiente como lo fuiste allí afuera. ¿De acuerdo?... Sólo dolerá un poquito, pero será para evitar que se infeccione.

──S-sí... ¡Auch!... ¡Arde mucho! ──la maestra terminó de pasar el algodón por las heridas, una vez terminado, lo tiró en el cesto de basura.

──Lo sé, pero ya terminé ──la mujer le sonrió.

──G-gracias, maestra ──aún se hallaba asustado, pero le reconfortaba que su maestra lo haya defendido.

──Cielo... ¿Por qué esos niños te molestan? ──la mujer tomó una silla para quedar sentada justo al lado de su pequeño estudiante.

──Fue porque les dije que estaba jugando con mi amigo Phill ──la mujer frunció un poco el ceño al no entender muy bien a lo que se refería.

──Cariño... no hay nada de malo en eso, pero, no hay ningún niño con ese nombre aquí.

──Phill es mi amigo imaginario, maestra ──la mujer pareció quedar un poco confundida, sin embargo, al trabajar con niños, sabe lo muy hiperactivas que suelen ser sus mentes en estas edades. Los niños suelen tener una gran imaginación.

──¡Ah!... D-de acuerdo... Ya entiendo.

──¿Maestra?... ¿Su abuela murió? ¿Verdad? ──por un momento no respondió, la pregunta le llegó desapercibida, y de verdad que estaba un poco extrañada con esa pregunta.

──S-sí... Hace una semana... ¿Cómo lo sabes? ──estaba un poco impresionada, pero a la vez llena de curiosidad por una pregunta tan curiosa de parte de un niño tan pequeño.

──Porque puedo ver en aquella silla... ──señaló una esquina del salón en donde había una silla blanca── a una mujer mayor, con su mismo tono de ojos, y puedo notar que era rubia igual a usted; aunque tenga el pelo canoso. Ella dice que siempre estará con usted y la cuidará en todo momento.

¿No te doy Miedo? (M#1) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora