Capítulo 30: Acantilado.

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El caos se empezaba a desatar cada vez más y más en el alejado territorio en donde se ubica la renombrada universidad de KOT y en donde a tan solo unos cuantos metros de ellos se ubica esa tétrica montaña, la temida montaña de Delivist.

La policía había llegado y la chica del brillante pelo azul, fue la encargada de informarles acerca de qué estaba pasando. De inmediato con la ayuda de varios funcionarios de la universidad, se dio un aviso por medio de los altavoces alrededor de todo el campus, lo que ayudó a que los policías lograsen llevar a los estudiantes de toda la universidad fuera de las instalaciones ya que varias bombas caseras estaban siendo estalladas con el fin de aterrar a todo el mundo. Eso era lo que los Shatistas querían, ganar un poco de tiempo para el siguiente hecho que iban a llevar a cabo.

Unos estruendos empezaron a sonar una vez que la mayoría de estudiantes habían sido evacuados, sólo que esta vez eran muy diferentes a los que se suponían que provenían de las bombas caseras, era un estruendo fino y a la vez perturbador que nadie se explicaba, nadie sabía qué iba a pasar, y por ello no se esperaban lo siguiente que sucedió.

Una gran luz de una tonalidad azulada empezó a aparecer por encima de la montaña de Delivist, una luz que simulaba a lo que sucede cuando un relámpago cae, una luz que de cierta forma te encandila y te hace quitar por un momento la vista hacia otro lugar.

Esa luz luego se comenzó a expandir, de manera que se materializó por todo el campo de aire que estaba arriba de la montaña hasta la cúspide del suelo. Delivist ahora se hallaba encerrado por esa capa de luz azul eléctrico que deslumbraba el ambiente, esa enorme cupula de energía eléctrica que ahora atrapa una gran parte del territorio de la montaña.

MIKU

──¿Sintieron cuando atravesamos la barrera? ──preguntó Xion.

──Yo sí... se sintió como si algo te apretara un poco el cuerpo y un frío me recorrió la espalda cuando ya habíamos pasado ──le respondí a la vez que seguía viendo esa penetrante capa que materializaba la barrera en Delivist.

──Yo también lo sentí, fue algo raro ──decía Sebas──. No pensé que fuera nada, debido a que estamos en Delivit, no le di mayor importancia.

──Ya al menos podemos ver en qué zonas está la barrera, ésa es una gran ventaja para nosotros, pero de igual manera no sabemos qué clase de problemas nos pueda causar.

──¿Qué clase de implicaciones, Xion? ──le pregunté.

──No sabemos si al estar ahora encerrados por esa capa de energía nos falte el aire o la densidad aumente mucho, más de lo que ya está.

──¿Crees que el aire empiece a faltarnos?

──Estamos rodeados de árboles, pero si esa capa no deja que nada entre, llegará un momento en el que el aire empiece a faltar y ahí sí que estaremos en problemas. Debemos apurarnos en encontrar a Thiago, David y Eitel antes de que las cosas empiecen a ponerse realmente feas. Ahora debido a esto tendremos un límite de tiempo ──su voz era seria, pero se podía oír la alteración que ésta demostraba.

──¿Cuánto nos queda para llegar al acantilado? ──le preguntó Sebas con una voz un poco agitada, de su frente ya escurrían algunas gotas de sudor, lo cual hacía que sus mechones rubios se pegaran un poco.

──No lo sé, pero si seguimos en línea recta, empezaremos a sentir el camino con un poco más de turbulencia, y de ahí se empezará a empinar un poco más y más hasta llegar a alguno de los senderos que llevan al acantilado.

──¡¿Está haciendo mucho calor o es solo cosa mía?! ──mencioné de pronto. Y es que entre más caminábamos, más caliente se sentía el ambiente, pero eso no era lo extraño, sino que antes de que la capa se materializara, el ambiente era frió, muy frío.

¿No te doy Miedo? (M#1) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora