¿No te doy Miedo? (M#1)

Capítulo 29: Oscuridad.

DAVID

──Thiago ──fue lo único que salió de mi boca debido a la impresión de verlo en ese estado inhumano, pero en definitiva era él. Llevaba la misma ropa con que se alistó para la fiesta, sólo que ahora ésta se encontraba rasgada, dejando partes de su cuerpo al descubierto.

──¡David, cuidado! ──gritó mi padre a la vez que me apartaba con su cuerpo de un nuevo ataque de Thia... de esa cosa.

──¿Papá, estás bien? ──él había colocado su cuerpo encima del mío con el fin de que no me hiciese daño, pero al mismo tiempo él era el que había recibido el impacto.

──Estoy bien. Sólo es un pequeño rasguño ──su brazo tenía ahora una cortada, nada grave pero tampoco era como si la pudiésemos dejar como si nada.

Para cuando nos dimos cuenta, Thiago se había ido, había es capado y ahora en verdad mis nervios estaban al tope. ¿Qué demonios le había pasado a mi Thiago? ¿Por qué se ve de esa manera tan espantosa? ¡Con ese aspecto tan diabólico!

──Papá, ése era... ──no pude terminar la frase, era tan difícil de decir que esa es la persona de la cual me enamoré, o al menos eso es lo que queda de ella.

──David, esto es peor de lo que imaginé, pero debes entender una cosa y es que ése sí es Thiago, ése es el cuerpo de Thiago, pero no es él quien actúa de esa manera. No sé qué exactamente le pasó, pero el Thiago del cual tú te enamoraste sigue estando dentro de toda esa maldad que acabamos de presenciar ──tomó lo que quedaba de su ahora desgarrada manga, y la usó para hacer un poco de presión en la herida de su brazo.

──¿Estarás bien?

──Sí, no hay de qué preocuparse. Sólo la vendaré para protegerla de alguna infección, estoy bien. Esto no puede acabar con tu padre, David ──se terminó se apretar el trozo de manga en la herida.

──¿Y ahora qué hacemos?

──Los refuerzos de la policía ya deben estar por llegar, debemos intentar encontrar a Thiago tan pronto como podamos ──sacó su teléfono de su bolsillo.

──No hay señal aquí ──le avisé.

──No necesitaremos señal. Xion ha colocado un ship rastreador en mi teléfono. Aunque no hay señal, con un localizador podrá hallar nuestro paradero. Ahora andando...

No perdiendo más tiempo, empezamos a caminar hacia la dirección en la que Thiago muy posiblemente pudo haber ido. Sentía mucha presión en mi pecho, una sensación de opresión que no me lograba tranquilizar en lo absoluto. ¡Thiago, resiste! ¡Yo te salvaré!

MIKU

Algo muy extraño empezó a pasar por mi cabeza, no sé qué era, pero en definitiva no lograba sacarlo de mi mente. Una especie de presentimiento, un sexto sentido. No logrando evadirlo más, empecé a ver por todos lados en busca de Thiago, pero nada, recorría todo el maldito salón y no lo veía por ningún lado. ¡Maldición! ¡Esto está mal!

──Hey, Zafira... ¿Has visto a Thiago? ──le pregunté a la chica, la cual ahora se encontraba bailando con Sebastián. ¡Vaya zorra! ¡Baila con todos los hombres que se topa! ¡Lo peor de todo es que la mayoría de los hombres con los que baila son gays!

──¿Thiago?... bueno, hace un rato bailaba conmigo, pero de pronto se fue ──terminó de contar.

──¿Miku, qué está pasando? ──preguntó Sebastián con una voz ya algo alterada.

──Chicos, ayúdenme a encontrarlo. Estoy preocupada ──ambos asintieron ante mi petición.

Salimos disparados, evadiendo a la gran ola de personas que movían sus cuerpos al ritmo de la música. Una vez que ya habíamos llegado afuera, notamos ese intenso color morado del cielo.