Nota del autor: hola hola a todo el que se esté pasando por acá. Esta historia fue publicada allá por el 2015, es decir, para el presente 2021, eso fue hace 6 años, y al día de hoy no me gusta para nada, y mi forma de narrar ha cambiado. No la he borrado por el cariño de los lectores que al día de hoy la siguen disfrutando. Sin más que decir, espero te entretengas leyendo la primer historia que publiqué en Wattpad.Estaba terminando de empacar, la hora había llegado. Se acercaba la hora de despedirme de mi madre y de mi hermana, para partir hacia lo que será una nueva vida. No tengo un padre se podría decir, él nos abandonó cuando yo tenía ocho años, desde entonces perdí contacto con él. En realidad, nunca necesité de una figura paterna. Mi madre logró sacarnos adelante a mi hermana y a mí sin la ayuda de nadie, mi madre es mi gran heroína debido a que nunca se rindió sin importar los obstáculos que la vida le diera en el camino.
—¡Cariño, apresúrate! ¡Se te hará tarde!... Tienes un largo camino por delante —mi madre Dévora me apuró para que dejase de tontear. Ella se encontraba en el marco de la puerta de mi habitación.
Me miraba con tristeza, parecía melancólica. No quiero decir nada, pero, aunque quiera irme para seguir mis sueños, me será difícil dejar todo mi mundo de lado, en especial a mi madre y hermana.
—Sí, mamá, lo sé... Ya casi he terminado de empacar —coloqué lo que restaba de ropa en mi maleta y la observé. Noté sus ojos ligeramente llorosos, me observaban con ternura, pero pude apreciar la tristeza en su mirada.
—Te voy a extrañar tanto, mi hermoso niño —sus palabras salieron de su boca con un tono quebradizo.
—Mamá, no me hagas llorar... Podré venir a visitarte a ti y a Elena. Además, podremos hablar por llamada o video chat por las noches; no perderemos contacto —le animé, pero debía ocultar que yo estoy igual que ella. Literalmente, me estoy derrumbando por dentro de la tristeza.
Es vergonzoso decirlo, pero soy un niño de mamá.
—Sí, pero no es lo mismo. No podré verte de frente, abrazarte y besarte cuando quiera... y eso —en ese momento las lágrimas empezaron a brotar de los ojos de mi madre. Me acerqué a ella y la abracé fuertemente. Le di un beso en su frente intentando no llorar yo también, pero una pequeña lágrima salió de mi ojo izquierdo. La sequé tan rápido como pude para que no notase que estoy tan triste como ella—. Muy bien... Ya basta de afecto, se te hará tarde. Debo llevarte a la estación del tren... ¿Has terminado de empacar?
—Sí, he terminado... Estoy listo ──respondí. Suspiré con fuerza teniendo en cuenta que el momento había llegado.
—Muy bien, baja tus cosas y nos vamos a la estación... ¿De acuerdo?
—Sí —me incliné para tomar mis maletas. Bajé las escaleras con pesar, nunca me había sido tan difícil el tener que descender al primer piso.
—¡Ey! ¡¿No te vas a despedir de mí?! ¡Qué malo eres! —intenté no reír al oír esas palabras que venían de mi hermana menor: Elena. Ella estaba a un lado de la escalera, pero debido a que no estaba muy atento, no le había visto.
—Ven y abrázame, pequeña tonta —bromeé. Pareció pensárselo por un momento, pero al final, saltó a mí cual niña en un trampolín, y me apretujó con sus brazos.
—Te voy a extrañar, tonto —murmuró en mi oído, para luego darme un beso en la mejilla.
—Yo también, pequeña tonta —bromeé con un tono algo infantil a mi hermanita querida, para luego darle un beso en su frente.
—No vayas a decir estupideces de fantasmas. Asustarás a todos y te rechazarán de nuevo —comentó.
Elena se refería a mi sexto sentido. Tengo la habilidad de percibir fantasmas, siento sus energías, puedo verlos e, incluso, puedo saber la razón de su muerte.
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¿No te doy Miedo? (M#1)
Mystery / Thriller(BORRADOR) Al recibir la noticia de haber sido admitido en la universidad de sus sueños, Thiago, un chico solitario, de penetrantes ojos rojo carmín, muy aplicado y además misterioso, deberá irse hasta la ciudad de Londres para poder empezar una vid...