Capítulo 7: Siniestro.

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──¡Vamos, David! ¡Rápido!... Los gritos provienen de esta dirección.

──Allí voy, Thiago ──él venía justo detrás de  mí, venía siguiéndome el paso a como podía. Nos encontrábamos intentando hallar de dónde provenían los gritos.

──Thiago por aquí... ──me indicó. Seguido de eso se encaminó por uno de los senderos. Cambié la dirección hacia la que estaba yendo y le seguí. Es más difícil de lo que parece. Los gritos parecen venir de todas partes y encontrar el lugar exacto de su origen, se está haciendo una tarea difícil de lograr.

──¡Ayúdenme! ¡Ayúdenme! ──se siguió escuchando por parte de Yuya. Finalmente logramos encontrar de dónde provenían los gritos, y efectivamente se trataba de Yuya.

──¡Quítamelo de encima! ¡Eduardo!... ¡Maldito idiota! ──al llegar en dónde Yuya y Eduardo se encontraban, nos percatamos de cuál era la razón de los gritos. Eduardo le había lanzado un saltamontes en el cabello a Yuya.

──¡Ya cálmate y quédate quieta un momento! ──le indicó David en lo que se acercaba hasta su cabello para cuidadosamente quitarle el saltamontes de su cabeza.

──Ah...Gracias, David ──se acomodó el alborotado cabello que tenía en la frente para luego fulminar con la mirada a su hermano──. ¡Maldito idiota! ──le lanzó un puñetazo a Eduardo, un puñetazo tan fuerte que logró dejarlo tumbado en el suelo.

──¡Auch!... ¡Sólo era broma, hermanita!

──¿David? ¿Qué ha sucedido?... Escuché unos gritos ──resonó del walki-talkie que tenía en el bolsillo.

──Todo bien, Zafira... Sólo una broma ──observó con algo de burla a Yuya y Eduardo por lo que acababa de suceder.

──De acuerdo, si algo ocurre, por favor avísenmelo. 

──Claro, no te preocupes ──finalizó para luego colocar el walkie-talkie de nuevo en su bolsillo──. Bien, nosotros nos vamos por otra dirección... ¿Creen que pueden intentar no matarse?

──Lo intentaré ──le respondió Yuya. Aún seguía viendo a Eduardo como si quisiese tirarlo por uno de los acantilados.

──Bien, nos vemos luego ──les avisé. David y yo decidimos tomar rumbo por otro sendero que se hallaba cerca de donde estábamos. 

****

──¿David? ──le llamé..

──¿Qué? ──preguntó él con una voz algo seca. Al parecer el frío le comenzó a afectar un poco.

──¿Qué ibas a decirme antes del grito de yuya?

──¿Eh? ──se detuvo observándome con el ceño fruncido.

──Antes de que Yuya gritara me ibas a decir algo... Recuerda ──lo observé.

──Lo recuerdo, es sólo que esperaba que no lo recordaras... La verdad, es que te vi mucho antes de que chocáramos aquel día, el primer día en que llegaste no fue la primera vez que te vi... Cuando viniste a la reunión para solicitar entrar a la universidad, fue en realidad la primera vez que te vi, llamaste mi atención de inmediato. No creí que te volvería a ver, y vaya que me molestó porque, porque no sé, supongo que quería poder verte de nuevo ──se calló por un momento──. Un día entré a la oficina de Kea y observé tu expediente en su escritorio. Me dijo que fuiste uno de los becados y que entrarías el otro año a estudiar aquí... La verdad no me lo podía creer, me emocioné de inmediato, y sé que lo que voy a decir es un poco loco, pero le pedí que te pusiera como mi compañero, quería conocer al chico que me había llamado tanto la atención con sólo uno minutos en los que pude verlo... Ella aceptó y creo que desde allí mis pensamientos han sido hacia ti, por tener el afán de conocerte y hablarte... Soy un acosador, pero no puedo, pues, controlarme... Llamaste mi atención, y la sigues llamando como si fuese un hechizo o algo así. 

¿No te doy Miedo? (M#1) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora