Capítulo 3: El primer día.

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──¡Hey! ¡Despierta! ──abrí mis ojos de golpe, y lo primero que conseguí observar, fue a David, sentado a mi lado, con su mano en mi hombro, y una sonrisa burlona, como si le diera gusto despertarme──. Por fin despiertas. He intentado despertarte durante diez minutos, estabas realmente noqueado, por un momento creí que estabas en estado de coma ──rió en lo que se levantaba de mi cama.

──¿Qué pasa? ──pregunté con una voz algo adormilada mientras me sentaba──. ¿Qué hora es?

──Las 7:30 am. Te he despertado temprano para que revises lo que debes hacer.

──¿Eh? ──murmuré. No tenía idea de lo que estaba hablando.

──Debes revisar tus deberes de hoy ──me informó. 

──Ir a clases, ¿no? ──suspiró con fuerza. 

──No, enano. Además de eso, tienes varias otras cosas que hacer.

──¿En serio?, pues vaya... ¿Y por qué te molestas en ayudarme? ──indagué.

──Sólo quería darte una mano, qué malagradecido eres.

──¡Vale! ¡vale!, no te pongas intenso... Es sólo que después de como demostraste tu odio hacia mí ayer, no esperaba algo tan considerado de tu parte.

──Yo no te odio, Thiago. De hecho me agradas, pero debo decir que me gusta molestarte, es divertido ver cómo te enfadas ──me miró fijamente por unos segundos──. Muy divertido.

Fruncí un poco el ceño ante sus últimas palabras. Es decir estaba impresionado por lo que dijo, me llamó Thiago, no me llamó pitufo o nerd, me llamó Thiago. Y, además dijo que le agrado... ¿Qué le gusta ver cómo me enfado, debido a que le parece divertido?... No sé por qué, pero eso último me dio un extraño escalofrío. Desde que llegué aquí, David me ha dado mala espina, algo en él me da desconfianza, algo en él no encaja, me extraña, me hace sentir raro. No puedo describir la sensación, pero es molesto no saber exactamente qué es.

──¡Hey! ¡Tierra llamando a enano! ──mencionó chasqueando sus dedos muy cerca de mi rostro.

──¡Eh, sí! ¿Qué sucede? ──lo observé directamente a sus ojos en lo que me reincorporé de mis pensamientos.

──Muy bien, debes hacer algunas cosas antes de clase. Debes retirar el dinero de la beca con la secretaria del campus; te lo cargarán a tu tarjeta de crédito, sólo se la das para que lo deposite, y listo.

──Pero, es que... no tengo tarjeta de crédito ──le comenté con algo de vergüenza.

──¡Vale! no importa. Ya eres mayor de edad, te puedo ayudar a sacar una luego. Mientras tanto, puedes usar una mía que está vacía y no uso con frecuencia ──En verdad no sé qué sucede con David, se comporta tan diferente conmigo el día de hoy, está siendo muy amable... ¿Cómo de un día para otro cambió tanto su comportamiento?──. Bien, lo siguiente. Debes recoger los libros que necesitas para tus clases, en el edificio que se encuentra al lado de la dirección. También, debes dejar estos papeles en la oficina de administración, son los que te protegen en caso de algún accidente.

Me sentía raro recibiendo su ayuda, aún me de una mala sensación el estar tan cerca suyo. Sin embargo, me siento mejor por el hecho de que me esté dando una mano, tal vez lo de ayer pueda quedar en el pasado, tal vez podamos llevarnos mejor y consigamos incluso ser amigos.

──De acuerdo ──estaba asimilando todo lo que debo hacer antes de clases──. ¿Para qué son estas tarjetas? 

──La roja es para la cafetería, la negra es para salir del campus; la das en la dirección, y la azul es para materiales prestados.

¿No te doy Miedo? (M#1) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora