¿No te doy Miedo? (M#1)

Capítulo 12: ¿Normalidad?

THIAGO

Los días pasaron desde que todo volvió a lo que podría llamar normalidad, y así de rápido se cumplió un lapso de más de dos meses aquí en KOT. En el tiempo que llevo en la universidad, me han ocurrido tantas cosas, que es difícil imaginarme que todo esto haya estado pasándome a mí.

La primera situación es David. Aún no comprendo cómo es que todo terminó de esta manera. A muy poco tiempo de llegar a mi nueva vida en esta universidad, el más imbécil de todos los imbéciles me besó, me besó y con eso mi mundo se fue de cabeza.

Y diría que fue demasiado pronto, pero él tiene sus excusas. El tonto pelinegro admitió que después de enterarse de que yo sería su nuevo compañero, se adentró en el sistema de la universidad y espió en mi cuenta de Facebook  e Instagram. Y según lo que me contó, estuvo los dos meses desde que supo de mi admisión hasta que nos conocimos revisando a diario mis actualizaciones, y es algo que de hecho todavía hace el muy acosador.

Él sí tiene sus razones debido a que estuvo enamorado de mí durante un largo tiempo pero yo, yo me enamoraré tan pronto de él que incluso para mí es extraño. Cuando lo vi por primera vez, la sensación que sentí fue indescriptible, fue algo así como una corriente eléctrica que me hervía cada parte de mi cuerpo; entre más estaba a su lado, más intenso era el sentimiento. Sus abrazos y sus besos me hacen sentir bien, me gusta, me da calidez, me da una sensación confortable, y aunque estuve confundido, me gusta sentirme así.

Pero lo más extraño de todo es que después de caer inconsciente, empecé a soñar con él en diferentes situaciones, como estar en la playa o en un parque de atracciones; aunque eso no es lo raro sino que después de tener en mi mente durante tanto tiempo a David, me di cuenta de que esos ojos, de que ese rostro y de que ese chico, me resulta demasiado familiar.

Pero no logro entender de dónde si nunca nos vimos antes. Crecimos en ciudades diferentes, somos de diferentes edades por un total de cuatro años y estudiamos en diferentes institutos, por lo que no hay forma de que nos conociéramos del pasado. Y lo que más nos desconcierta a ambos, es qué él siente lo mismo que yo. La misma sensación de familiaridad qué tienes cuando conoces a alguien y sientes que lo conoces desde hace años.

Ese es un enigma que debemos descifrar juntos, y, aunque ese es un gran misterio sin respuesta, aún tengo otros problemas por los cuales preocuparme.

El hecho de haber jugado con la ouija fue muy estúpido, y gracias a esa idiotez, Set volvió una vez más a aparecer en mi vida después de tantos años sin rastro de él. Desde pequeño Set me acosaba, pero nunca intentó atacarme. Cuando era un niño, solía jugar con fantasmas a los que mi abuela y yo llamábamos amigos imaginarios. Siempre que un fantasma estaba mucho tiempo conmigo, Set lo atacaba y ambos desaparecían.

Incluso atacaba a mi abuelo, Phill, el cual fue hasta años después que me enteré de quién era. Pero por muy tenebroso que Set fuera, él siempre de una forma inusual cuidaba de mí y no permitía que nadie me dañara.

Después de jugar con la ouija, Miku hizo una especie de contra-hechizo para cerrar la puerta que dejamos abierta, aunque debido a que Delivist está maldito, fue más por mi seguridad que por sellar ese portal.

Lo que sucedió en ese lugar justo antes de caer inconsciente, fue algo similar a lo que sucede con el óvulo y el espermatozoide. Al haber jugado con una ouija, mi sensibilidad espiritual aumentó unas veinte veces más de lo normal. Al ir a esa zona plagada de fantasmas, todos los espíritus intentaron comunicarse conmigo a la vez, lo que aumentó mi presión sanguínea, elevó al máximo mi adrenalina y mi sistema nervioso terminó colapsando.

Ese es otro de los grandes misterios que debemos solucionar.

¿Por qué desaparecen las personas? ¿Cómo Delivist se convirtió en un lugar donde la gente va a suicidarse? ¿Qué tiene que ver todo esto con la universidad?... ¿Qué tiene que ver todo esto conmigo?