Capítulo 26: La verdad sale a la luz (Parte 1)

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──No dejaré que vayas a ese lugar solo ──me repetía como por milésima vez, David.

Ya habían pasado dos semanas desde la muerte de mi abuela. Fue una de las cosas más dolorosas que jamás tuve que atravesar, pero ahora, ahora quiero acabar con todo de una buena vez. Los Shatistas pagarán por lo que le hicieron a mi abuela. Miku intentó contener la noticia, pero ahora toda la familia sabía la verdad. La policía ahora también está enterada de todo, estamos en el proceso de acabar con esos monstruos, pero primero necesito averiguar algo, necesito saber qué papel juego yo y, al parecer, qué papel juega David en todo esto.

Sea lo que sea que ellos quieran conmigo, voy a acabar con todo este misterio de una vez por todas, y qué mejor forma que con la ayuda del psicópata. Él me había dicho que tiene algo importante que decirme, así que no veo mejor momento que éste para verle en Delivist.

──He dicho que no irás. No dejaré que te pongas en riesgo.

──Ya viste lo que le hicieron a mi abuela, a esos campistas, no puedo dejar que esto siga ocurriendo ──estaba terminado de empacar mi mochila para poder tomar rumbo a Delivist.

──No me importa. No vas a exponerte a ir ahí. ¡Maldición! ──me tomó de las muñecas. Sus ojos reflejaban mucha rabia y a la vez desesperación──. ¡No me interesa si ese tipo te puede decir qué es lo que está pasando! ¡No arriesgaré a la persona que más quiero por querer salir del misterio! ──sus ojos estaban empezando a aguarse.

──¡David! ──susurré viendo esos hermosos ojos azules que ya se comenzaban a ponerse más brillantes.

Dos lágrimas cayeron de cada uno de ellos.

──¡Eres vital para mí, Thiago! ──me rompía el corazón verle esos ojitos llorosos──. ¡No vayas! ¡Piensa en el dolor que me causaría si algo te llega a pasar! ¡Por favor! ──su voz ya empezaba a salir un poco entrecortada.

Por un momento quise desistir, pero no puedo, no puedo hacer como si todo estuviera bien. Las cosas, justo a como lo presentía, se están poniendo feas. No hay tiempo para tener miedo, es hora de ser valiente.

──No puedo, David. Debo de acabar con ellos, no permitiré que lastimen a nadie más, y la única persona que me puede ayudar en todo esto es ese tipo. Entiende que lo hago por el bien de todos, ya demasiado dolor han causado. No puedo quedarme de brazos cruzados ──tomé de mi mochila al mismo tiempo que me soltaba de su agarre.

──Espera ──llamó──, si no me vas a hacer caso, entonces... entonces iré contigo ──empecé a oír cómo se acercaba hasta su armario para muy seguramente sacar una chaqueta con la cual cubrirse.

──No, está bien que ya puedas caminar sin las muletas, pero aún no lo puedes hacer del todo bien.

──O me dejas ir o no te dejo salir de la habitación ──amenazó.

Lo pensé por unos instantes. Ya bastante peligroso era ir a ese lugar sabiendo todo lo que Miku me había explicado, pero arriesgarlo a él también, me parecía demasiado.

──¡No quiero que nada te pase!

Me observó con una expresión sumamente fría.

──Tampoco quiero que nada te pase... Mira, hagamos algo, si lo que te preocupa es que ese tipo me vea, entonces usaremos esto ──se dirigió hasta uno de los cajones de su escritorio para poder tomar algo──, usemos este micrófono. Yo me quedaré escondido en algún sitio cercano, y en todo caso, si algo malo sucede yo podré ayudarte.

──¡Estás herido!

──No fue algo tan serio, puedo caminar, no puedo correr mucho, pero algo es algo. Además ──sacó algo más de su escritorio──, esto me ayudara a protegernos en el caso de que algo se salga de control.

¿No te doy Miedo? (M#1) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora