Capítulo 24: La verdad se avecina.

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MIKU

Fue duro ver a mi abuela muerta, pero más duro fue tener que ver lo muy destruido que se encontraba Thiago. Para momentos como éstos es cuando agradezco que tenga de novio a David, aunque aún no me fío del todo de él, es de gran ayuda para aliviar el dolor que siente Thiago, pero aunque David no me dé mucha confianza después de que se le confesara a Thiago tan pronto, no puedo negar el hecho de que se ven muy tiernos y de verdad se nota que él quiere a mi primo.

He estado investigando mucho acerca de todo el misterio que rodea nuestras vidas desde que Thiago llegó a KOT, y si de algo puedo estar segura, es que mi abuela no murió por el cáncer que tenía, estaba más que segura de que no murió de ello, y como así lo suponía, decidí llegar más a fondo pidiendo una prueba a los encargados de la morgue, y así a como lo presentía, también lo he confirmado.

Mi abuela no murió por el cáncer, mi abuela fue envenenada.

Aunque toda la familia consideraba que hacer una prueba para algo que era más que obvio era una tontería, pero sin importar nada, lo conseguí, conseguí saber que ella fue envenenada, pero la pregunta que se formulaba en mi mente era ¿quién o quiénes?, hasta que después de investigar un poco más en su casa, di con el clavo, era una especie de venganza, venganza de la secta a la que se había unido y que luego terminó abandonando. Una carta estaba en su habitación, una carta en la que le avisaban que la matarían.

Los Shatistas, ellos están detrás de todo esto, después de todo, nunca apoyaron la idea de que una de sus líderes los abandonara para vivir una vida lejos de todo lo que alguna vez dirigió, pero lo peor, lo peor es que ya esto lo presentía, y algo aún peor, tengo la sospecha de que algo no está bien con Thiago, algo tampoco está bien con Set y menos con David, todas las piezas está regadas, pero por más que lo analizo no logro hallar con el cable que lo une todo.

Mi abuela sabía lo que iba a pasar, pero sin embargo nunca me comentó nada acerca de ello, sólo me pidió que protegiese a Thiago, quería que lo protegiera de algo que va a suceder pero de lo cual nunca me comentó, sólo me encargo la misión de protegerlo, protegerlo de algo que ni yo misma entiendo.

Pero después de una gran investigación, logré ver una pequeña pieza del rompecabezas que siempre estuvo en frente de mí, pero que nunca le di la suficiente relevancia, no hasta ahora, ya que ahora comprendo que esa pieza, me puede ayudar a armar todo el rompecabezas.

Me había contactado con esa persona a la que siempre tuve en frente de mí muchas veces, pero estaba tan ciega que nunca la vi como un blanco importante, pero ahora, ahora voy a hablar con esa persona para que de una vez por todas me diga un par de cosas.

Habíamos acordado reunirnos en una zona que se hallaba muy cerca de donde los chicos una vez habían jugado con la ouija. Los árboles se movían de una manera terrorífica, el silencio era de ultratumba y la sensación que producía estar tan cerca de Delivist era sumamente abrumadora.

En los instantes próximos a llegar a la zona en donde habíamos acordado encontrarnos, vi su alta silueta encapuchada. Se encontraba dándome la espalda, por lo que no notó los momentos previos a mi llegada.

──He llegado ──dije, logrando que él se volteara para poder observarme.

──Ya me estaba preguntando cuándo te ibas a aparecer, Miku.

──No estoy para juegos, toda esta situación es un completo desastre y sé que aún no ha llegado lo peor, así que habla de una buena vez, Sebastián.

Se quitó la capucha, dejando a la vista sus mechones rubios. Sus ojos verdes lucían sumamente brillantes a la luz de la luna y a la vez tenían algo que daba una sensación inquietante.

¿No te doy Miedo? (M#1) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora