¿No te doy Miedo? (M#1)

Capítulo 15: La curiosidad puede ser peligrosa.

THIAGO

-¿Y bien?... ¿Te han gustado las notas que te he dejado, Thiago?

Esa voz, apenas la escuché me quedé helado. No por lo que dijo, sino porque por alguna razón me sonó conocida, aunque suena alterada por alguna especie de micrófono, esa voz masculina tiene algo raro; no sé exactamente qué, pero algo me suena familiar en ella.

-¿Qué demonios quieres conmigo? ¿Para qué enviaste esas notas? -le pregunté. Estaba alterado al saber que ese loco me está acosando, más allá de alterado, me encuentro asustado.

-Vaya, qué carácter. -dijo el hombre por el teléfono-. No te enojes.

-¿Cómo quieres que no me enoje si un psicópata me persigue?

-Aunque envié esas notas, no soy un acosador ni nada por el estilo -aclaró-. Es más, mi intención es ayudarte.

¿Ayudarme? ¿Cómo demonios este loco planea ayudarme?

-¡No entiendo! ¿Cómo planeas ayudarme? -le interrogué.

-Bueno -soltó una risilla burlona-. Sé que en esa cabecita tuya circulan muchas incógnitas... Planeo ayudarte un poco respecto a esas dudas que tienes.

De cierta forma comprendí lo que ese hombre quiso decir, ¿pero quién demonios es? ¿cómo planea ayudarme?

-Te escucho -dije esperando a que él hablara de nuevo. El silencio se prolongó por unos instantes.

-Bueno, sé que lo que ha pasado en Delivist es algo que te ha llenado de preguntas. Tu habilidad es otra de las incógnitas y, por supuesto, el chico de ojos azules es tal vez lo que más te ha intrigado... ¿Me equivoco?

¿Cómo demonios sabe todo eso de mí?... Y así no quiere que lo tache de psicópata acosador.

-¿Q-qué quieres decir con lo de David?

-Vamos, no te hagas el tonto... Sé que lo qué sientes con él no las has dejado pasar como una simple coincidencia... ¿Me equivoco?

Estoy sin palabras, la conexión que David y yo hemos tenido, es algo de lo que no he hablado con nadie; ni siquiera a Miku se lo he contado por completo, sólo él y yo lo sabemos, solo él y yo lo hemos discutido, pero este tipo lo sabe.... ¿Cómo demonios lo sabe?

-¿Quién eres? ¿Cómo sabes tanto acerca de mi vida?

-Digamos que sé mucho de ti...con eso será suficiente -respondió con ironía.

-¿Dijiste que planeas ayudarme?... ¿En qué?... ¿Qué planeas?

-De cierta forma quiero aclarar tus dudas, pero, también quiero protegerte -se explicó.

¿Protegerme? En lugar de aclarar mis dudas, solo provoca que se formulen muchas más.

-¿De qué me va a proteger un psicópata como tú?

-Ya he dicho que no soy un psicópata, además, he dicho que sólo planeo ayudarte -me recordó-. Corres un gran peligro, Thiago... No tienes idea de cuánto.

¿Peligro? ¡Ah! ¡Mierda! ¡Cada vez estoy más confundido!

-¿Peligro de qué...?

-Mira, ya me debo ir, pero, si tanto te interesa lo que tengo para decirte: ve a Delivist, hoy, a las 10pm.

Este tipo está loco si cree que voy a ir a ese lugar, a esa hora y con él.

-Ni de broma, no pienso ir allí contigo -pasaron unos segundos de silencio.

-Sabía que dirías algo así. Es por ello que te mandaré algo a las tres de las tarde; recógelo detrás de los dormitorios de chicos.

-¿Y qué es lo que me vas a mandar...?