12 ángeles, 1 amor

Abono

Como habían salido simultáneamente Tini y Awamo no se demoraron en encontrar a sus mortales, en especial ella porque no era esa clase de persona que iría a perder el tiempo.

Encontró a Ester en tiempo récord, justo ella estaba trabajando y poniendo orden en el restaurante que Dai le había dicho.

Era raro que ella se tomara el tiempo de atender las charlas o cosas que los clientes o visitas tenían para decirle, era una mujer ocupada, pero al ver a Tini, con solo saber que era una ángel, sabía que se trataba de algo importante.

- hola, me dijeron que necesitabas hablar conmigo - Ester se sentó en la mesa donde estaba la otra.

- oh, ¿eres Ester Villatoro?

- así es... ¿vienes de parte del Gran Sacerdote? - intuyó.

- sí, él me ha enviado acá para buscarte - le comentó con una sonrisa - mi nombre es Martinu.

- nos habló de ustedes una vez, dijo que yo le recordaba a ti - la miró detalladamente - no es por criticar pero para ser un ángel eres algo pequeña.

- soy casi de la misma estatura que mi papá - rodó los ojos divertida - afortunadamente tengo un dios de la destrucción alto que me alcanza los frascos y esas cosas.

- ¿Dios de la destrucción? ¿Qué es eso?

- una larga historia, si nos queda tiempo prometo que te la explicaré, pero antes debo decirte la razón de mi visita...

- soy toda oídos - la miró a los ojos prestando mucha atención.

- primero que nada me dijeron que te diera esto - sacó la invitación a la Gala Multiversal y se la entregó. Ella empezó a leerla por su cuenta y se extrañó un poco.

- ¿dónde queda el planeta de Zeno-Sama? Es imposible que llegue ahí.

- oh, no te preocupes, yo voy a llevarte, te vendré a recoger justo aquí ese día.

- perfecto... ¿qué hay de los otros? ¿Ya les avisaron?

- mi padre ha estado enviando a mis hermanos para que se encarguen de eso, ya visitaron a todos menos a dos, Christopher y Matroya.

- ¿es broma verdad? ¿Qué no se enteró Dai?

- ¿enterarse de qué?

- Chris murió, su padre lo mató... fue horrible.

- ¿es enserio? - parpadeó varias veces, eso sí que la tomó por sorpresa.

- sí... aunque ahora que lo pienso, ¿cómo le hicieron para "visitar" a Gabriel si él ya estaba muerto? ¿Fue al cielo y ustedes los ángeles lo vieron ahí?

Empezó a reír divertida por las ocurrencias de su humana par, pero no a manera de burla.

- los humanos son muy graciosos... no somos los ángeles que aparecen en la biblia, tampoco vivimos en el cielo. Vivimos en un planeta como ustedes, solo que muy lejos de este lugar y en otros Universos. Respondiendo a tu pregunta, papá obviamente sabía que su amigo Gabriel estaba muerto, de igual forma envió a mi hermano Awamo a encargarse de él.

- ¿encargarse? ¿Te refieres a que lo devolvió a la vida? - preguntó con mucha curiosidad.

- ustedes dos tenían una relación muy cercana, ¿no es así?

- ay claro que no - se cruzó de brazos - bueno... un poco, pues... en realidad éramos solo amigos, que eso quede claro.

- nadie está diciendo lo contrario - respondió con tranquilidad - solo me parece extraño que sean simplemente amigos y estés más que pendiente de él.