Una cita desastroza

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- Ulises - lo llamó Dai.

- ¿si? - se acercó este.

- hazme un favor - le dio un bote de bloqueador solar - pónmelo en la espalda.

- ¿eh? - abrió los ojos como platos sin saber qué hacer.

- ¿qué ocurre? apúrate! - se cruzó de brazos esperando. Ulises sin más remedio comenzó a hacer lo que Dai le pidió con cara de disgusto.

*mientras tanto en la orilla del mar*

Caminando se encontraban Peter y Hugo, ambos trataban de atrapar cangrejos. Mientras estos lo hacían, Danna, que estaba sentada en una mesa con Kitty, miraba a uno de ellos perdidamente.

 - ¿por qué no vas y le hablas? - preguntó Kitty maliciosa.

- no gracias - se cruzó de brazos la otra chica - no me tomará enserio.

- bueno, eso no lo sabrás hasta que lo intentes - le dio un codazo - anda!

- no! - se sonrojó - que pena!

- ven! - la tomó del brazo y la llevó hacia Peter.

- suéltame! - protestó y se abrazó a una palmera - no quiero ir!

- si quieres! - comenzó a reír y la llevó hacia él - hola Peter.

- hola - dijo este sin prestarle mucha atención por estar peleando con Hugo - ¿qué quieres?

- presentarte apropiadamente a alguien - señaló a Danna que en todo momento estuvo sonrojada - creo que ya la conocías - infirió y el chico asintió con la cabeza - pues, me comentó que está un poco aburrida. ¿podrías llevarla a caminar?

Peter se quedó en silencio pensando.

- está bien - dijo al fin, Danna sonrió levemente pero por dentro gritaba de alegría.

- gracias - Kitty le dio una palmadita en la espalda y se llevó a Hugo de la oreja para dejarlos solos.

- ¿dónde quieres ir? - le preguntó Peter a la chica.

- no lo sé - dijo apenada - Kitty me trajo aquí.

- está bien - se puso a pensar - ¿quieres ir por un helado?

- claro - fueron caminando a comprarlo, Peter pidió uno de fresa y Danna uno de coco.

- ven - la rodeó con un brazo y ella se sonrojó, comenzaron a caminar - ¿te gustaría ir a... nadar? - le dio una indirecta.

- ok - se lo tomó literal y caminó junto a él a la orilla del mar. Poco a poco se adentraron en este y nadaron varios minutos. Entonces llegó una ola muy fuerte que arrastró a Danna a la orilla e hizo que se raspara las rodillas con unas rocas. Ella salió del agua con lágrimas en los ojos.

- ¿estás bien? - se acercó él al percatarse y ella negó con la cabeza tratando de no llorar - ¿qué te ocurrió? - preguntó y la chica señaló sus rodillas con heridas abiertas.

Él, al verlas, fue por su camiseta y la usó para limpiar la sangre. Cuando terminó le dio suaves besos en sus heridas.

- tranquila - se sentó a su lado con los pies en el agua - ya estarás mejor.

- gracias - se calmó y le sonrió - eres muy lindo, Peter - se sonrojó. Este solo sonrió.

Hugo y Kitty miraban todo sentados en una mesa.

- awwww - se acercó a ellos una chica - ¿estás cuidando de tu hermanito? si que eres tierno! - le pellizcó la mejilla a Hugo y este frunció el ceño.

12 ángeles, 1 amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora