12 ángeles, 1 amor

Hijo de mami

Al día siguiente fueron al aeropuerto y abordaron el avión.

- ¿dónde me llevas? - preguntó Daishinkan expectante.

- iremos a un país muy peculiar llamado México - sacó de su maleta de mano una charra - ponte esto! así entrarás en ambiente.

- oye - se preocupó - ¿alguna vez has ido a ese país?

- no - sonrió - pero nos la arreglaremos, reservé un hotel en la cuidad de México y...

- Gabriel! - lo regañó - ¿cómo se te ocurre ir, con un sujeto que ni siquiera conoce este mundo, a un país en el que nunca has estado?!

- ¿acaso eso es ilegal? - dijo en chiste - te preocupas más por eso que por encontrar a tus hijos!

- tienes razón - suspiró y el avión despegó - confiaré en ti - Daishinkan miraba por la ventana del avión - que lento va - suspiró - ¿cuánto falta para llegar?

- unas 3 horas - comentó Gabriel - o eso dice el folleto! - le mostró un folletito del avión.

- ¿3 horas?! - se desesperó - es demasiado tiempo!

- pero eso dice el folleto - le enseñó y trató de calmarlo.

- no me importa el maldito folleto!!! - lo tomó y lo rompió en pedazos.

- señor! - se acercó una aeromosa - ese folleto es propiedad de la aerolínea, tendrá que pagarlo!

- lo pagaré, pero solo si llegamos a México en este preciso mi... - fue interrumpido.

- tengan todos una bienvenida a México, espero que hayan disfrutado de su viaje y esperamos poder servirle en su viaje de regreso o próximos vuelos.

- entonces... señor - se burló la aeromosa - tiene que pagarlo!

- maldición! - le dio el dinero y desabordaron el avión.

Al salir del aeropuerto fueron directo a la ciudad y caminaron por las plazas y parques.

- ¿qué pretendes Dai? - preguntó Gabriel - hay muchos lugares para buscar en México.

- ya te lo dije - caminaba por las calles volteando a ver a las multitudes - no sé por donde empezar, pero mientras hayan guitarras ahí estará él.

- ¿él? - se confundió - ¿quién?

- mi hijo Sour - le explicó - no sé si mis hijos estén juntos, pero estoy seguro de que él, si fuera mortal, estaría aquí.

- espera - se sorprendió - ¿acaso ustedes no son mortales?!

- vivimos por millones de años - comenzó a reír - pero no te asustes! - fue a comprar un mapa de la cuidad.

- interesante! - Gabriel comenzó a reír buscando locaciones en el mapa - ¿quién se imaginaría que hay un museo de asesinos seriales al lado del museo de los policías?!

- en lo que te fijas! - le quitó el mapa y comenzó a buscar - mira, aquí hay muchas plazas ¿crees que estén llenas de mariachis?

- claro que si! - dijo muy emocionado - esto es México! hay mariachis en muchísimas partes! y mira - señaló un punto en el mapa - en la descripción de una de esas plazas dice que está literalmente llena de ellos!

- ¿cómo se llama? - dijo muy interesado.

- Garibaldi  - leyó.

- ¿y qué estamos esperando?! - llamó a un taxi - hay que empezar a buscar!

Daishinkan y Gabriel fueron a esa plaza.

- oye Dai... ¿y cómo es tu hijo?

- piel celeste, pelo blanco y largo, es muy alto y tiene ojos color lila.