Cubos de césped

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Una vez todos estuvieron completos, Dai tomó una decisión y los reunió en la sala.

- es la última vez que les voy a decir esto - los miró - ya tengo suficientes problemas como para que ustedes me estén poniendo más... no se puede continuar de esta manera, ya que ustedes están haciendo cualquier cosa menos buscar a mis hijos... Es la última vez que voy a estar detrás de ustedes, si uno se va o hace algo que lo meta en problemas, simplemente lo expulsaré del grupo y lo dejaré a su suerte.

- sí Dai - dijeron todos a coro.

- no estoy para soportar berrinches, problemas con sus parejas, asuntos familiares ajenos, porque ¿saben qué? tengo demasiados con los míos... y llevo en este planeta meses y no he podido encontrar ni siquiera uno de mis hijos! - se sentó en el sofá y suspiró - no tienen idea de lo que daría por pasar tiempo con aunque sea uno de ellos...

- me comprometo a ayudarte a encontrarlos - Gabriel lo miró a los ojos.

- lo sé - suspiró - pero no todos piensan como tú.

- prometo que no causaré problemas y enserio te ayudaré - Hugo lo miró.

- eso espero - dijo serio - si no, ten por seguro que no lo pensaré dos veces antes de expulsarte enano.

- tú tampoco estás muy lejos de serlo - Peter se burló.

- primer expulsado - Dai señaló la puerta.

- no! - Peter corrió hacia él y lo abrazó - papi! papi! por favor no me expulses.

- qué gay sonó eso - Tanner hizo mala cara.

- voy a darte una oportunidad más, si la desperdicias... te vas a la droga.

- si papi - fue a sentarse.

- no se lo tomen a juego, si vuelven a hacer tonterías los expulsaré a todos.

- sí Dai - volvieron a decir todos a coro.

- muy bien... ahora empaquen sus maletas que nos iremos a mi casa.

Asintieron y fueron inmediatamente a hacerlo.

- ¿a qué hora sale el vuelo? - Hugo fue con Dai.

- mañana por la mañana, saldremos de aquí a las 5 am, así que más les vale prepararse y quien no esté listo, pues lo dejo.

- será mejor que nos durmamos temprano - suspiró Ambra.

- nada de eso - dijo Hugo - tu "muñeco" y yo haremos chupifiesta.

- ¿acaso quieres que te expulsen? - Gabriel lo miró.

- tienes razón, será mejor comportarnos...

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Una vez el avión aterrizó en El Salvador, las cosas fueron diferentes, Dai tenía su propia casa, su propio microbús y ellos también pudieron tener un cuarto propio para cada uno, Dai les permitió ambientarlo y decorarlo a su gusto.

En lo que todos estaban dejando sus cosas, Dai fue a la sala a descansar, y se llevó la gran sorpresa de que las 12 esferas de ayuda estaban encendidas, así que por curiosidad tocó una, y en ella se reflejó una frase y el nombre de uno de sus hijos.

"Cuckatail: de eso se trata, de no perder la esperanza"

Luego de esto, la primera esfera se apagó.

- oye Dai - Peter se acercó a él.

- ¿qué quieres hijo? - lo miró.

- ¿podemos explorar el patio?

12 ángeles, 1 amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora