Korn hizo mala cara al escuchar tal deseo, mientras que Marcarita estaba emocionada.
- Como siempre los mortales son pésimos a la hora de afrontar una muerte y no la aceptan, quieren hacer todo lo posible para que las personas vuelvan a la vida - el ángel se negó rotundamente.
- te recuerdo que papá nos dijo que podíamos cumplirle lo que ella nos pidiera - Marcarita habló.
- sí, pero revivir a alguien no era parte del trato.
- nada te cuesta - se cruzó de brazos - además los ángeles solo tenemos prohibido traer a la vida a personas que hayan sido asesinadas por demonios vale, a ese pobre chico lo mató su papá.
- bueno, haz lo que quieras pero si esto trae problemas no es asunto mío.
- ¡lo haré! - por estar ocupados peleando, la ángel no se pudo concentrar bien en revivir a Chris, por lo que aunque volvió a la vida, ahora tenía un fuerte dolor de cabeza como secuela de los golpes que había recibido.
Se encontraba sentado sobre su lápida con la ropa que lo enterraron, un poco de tierra y olor a guardado, aparte de tener un humor peor de lo habitual.
Miró a todos lados confundido y antes de poder pronunciae tan siquiera una palabra, Kitty fue rapidísimo a recibirlo con un cálido abrazo.
- Carpi... estás aquí - aún no se lo creía e incluso lloraba de lo alegre que estaba.
- ¿por qué traes mi chaqueta? - tomó su cabeza con ambas manos desorientado, no recordaba mucho de lo que pasó momentos antes de morir.
- Carpi eres tú - no quería soltarlo. Él, aunque estaba muy extrañado, correspondió a su abrazo. La quería después de todo.
Korn no perdió el tiempo y le explicó de la Gala, aunque se molestó al ser interrumpido por una serie de balbuceos que no lo dejaban continuar dando sus indicaciones en paz.
- toma - Marcarita le dio el bebé a Kitty y ella sonrió mirando a Chris.
- mira - le mostró al niño - ¿acaso no es bello?
- ¿nació ya?... - parpadeó varias veces - ¿dónde estuve todo este tiempo?
- mm... muerto - Korn se cruzó de brazos y trató de interrumpirlos para seguir con lo que debía decir.
- ¿enserio? - el otro miró a Kitty ya que no se creía nada.
- será mejor aue olvidemos el pasado y vivamos el presente - le dio al bebé con cuidado. Al inicio Chris hizo mala cara haciendo que el bebé empezara a llorar, pero poco a poco empezó a acostumbrarse.
- venimos de parte de Daishinkan - le explicó Marcarita a Chris, ya que este se había perdido de la explicación.
- ¿ajá? - volvió a sobarse la cabeza.
- y en agradecimiento por toda la ayuda que le has dado, ha tomado a bien que nosotros te cumplamos un favor que nos pidas, así que escoge sabiamente.
Chris estaba muy de mal humor como para pensar, así que pidió el deseo lo más rápido posible.
- quiero una ensalada César, sin pollo y con aceite de oliva, eso y ya...
Ambos ángeles se miraron, había sido un deseo muy cuestionable pero claro que no le dijeron nada y le dieron su ensalada.
Luego de explicarle lo de la Gala Multiversal y regresarlos a la casa de Chris, terminaron su trabajo con éxito y se disponían a regresar al planeta de Zeno-Sama, pero no contarían con que Kitty haría todo un escándalo llamando a la mamá y hermana de Chris para contarles que había vuelto, así que ellas organizaron una cena e invitaron a ambos ángeles.
- ¡claro que aceptamos! - Marcarita estaba muy emocionada, aunque el otro puso mala cara todo el tiempo.
- déjenme entender, entonces se supone que tú eres mi humano par - Korn miró a Christopher a los ojos.
- sí... tú eres Korn, el hijo de un Gran Sacerdote - asintió.
- no estás equivocado - cruzó una pierna para sentarse más cómodo.
- antes que nada queríamos agradecerles de todo corazón por haber traído de vuelta a mi niño - Kristin, la mamá de Chris, miró a ambos ángeles.
- de hecho solo fui yo - Marcarita le sonrió a la señora - no le dé a Korn crédito que no merece.
El ángel hizo una mueca y empezó a comer. Quería irse lo más rápido posible.
- ¿en qué trabajan exactamente ustedes? - Hormerotte, la hermana de Chris, tenía mucha curiosidad.
- ángeles guardianes - la chica ángel aclaró su duda - ¿y tú?
- soy enfermera, mi mamá piloto comercial y Chris astronauta.
- no tengo ganas de seguir trabajando en la base - confesó él - sé que papá no me recibirá con los brazos abiertos.
Al oír eso lo miraron. Se dieron cuenta de que él no tenía idea de que su papá lo había asesinado y ahora estaba en prisión. No recordaba nada.
- descuida, creo que no volverás a verlo - Kristin puso una mano en su hombro.
- ¿se murió o qué?
- no exactamente, cometió un delito grave en el tiempo que no estabas y ahora está pagando por ello.
- no me sorprende - no le dio importancia, aunque le parecía extraño que en todas las fotos familiares la cara de su papá estuviera recortada.
Luego de unos minutos donde todos estaban cenando, Korn miró a Marcarita con mucha seriedad.
- ya vámonos...
- ay espérate un ratito vale - comió lento a propósito para molestarlo - siempre es bueno tomarse su tiempo.
- tengo trabajo pendiente, dioses que me esperan y muchas más cosas que hacer.
- no seas dramático, ni que tuvieras un hijo - miró al pequeño Demian sentado en su sillita de madera y jugando con pedacitos de comida que tenía.
- lo tenga o no eso no te importa, vámonos - la tomó del brazo.
Ella suspiró y tuvo que despedirse, aunque de mala gana porque el amargado de Korn ya se quería ir, era una pena ya que había congeniado muy bien con Kitty. Afortunadamente volvería a verla en la Gala Multiversal.
Por el momento regresaron con Dai a informarle que habían terminado su trabajo y ya estaba todo listo.
Ahora que todos los reclutas estaban localizados podría estar más tranquilo sabiendo que todos asistirían a la Gala.
- papá, solo una cosa antes de irnos... - Korn lo miró.
- ¿sí, hijo?
- si no has estado con nosotros durante casi literalmente todo el año, ¿cómo vas a decidir a quién darle los premios? Es decir... obviamente los merezco yo pero hablo por mis hermanos, a quienes no has visto y solo se han dedicado a perder el tiempo.
- no te preocupes Korn, de eso yo me encargaré - le dio palmaditas en la espalda y lo mandó para su Universo.
Continuará...
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12 ángeles, 1 amor
FanfictionDaishinkan afirma no sentir amor, pero cuando sus 12 hijos están perdidos, 12 personas completamente diferentes estarán dispuestas a entregarlo todo para ayudarlo, incluyendo su amor incondicional, demostrando que el amor esta presente sin importar...