La primera esperanza

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Cuando Hugo terminó su turno en el hospital, salió junto con Dai y los demás a ayudarles a buscar, pero no había caso, ellos no estaban por ninguna parte.

- oye Dai - se acercó Hugo, quien era unos centímetros más pequeño que el gran sacerdote.

- ¿qué quieres?

- ¿no tendrás alguna foto de tus hijos para poder ubicarlos mejor?

- oye! es una buena idea! - Dai sacó una foto de su billetera y se la mostró - estos son.

- 12 - se sorprendió - oye amigo, este es el siglo XXI! Con esfuerzos las familias quieren tener un hijo... pero bueno, eso no es lo importante - analizó las facciones de cada rostro - ¿por qué solo uno se parece a ti?

- no lo sé - se cruzó de brazos - y deja de preguntar tanto!

Hugo analizó la foto y arqueó una ceja al percatarse de un detalle.

- vaya...

- ¿qué pasa? - Dai se acercó y Hugo señaló a Cognac.

- es que a él... ya lo he, visto - recordó.

- ¿de verdad?! - se emocionó Daishinkan - ¿dónde? ¿cuándo? ¿y qué es lo que estaba haciendo aquí?!

- el 4 de marzo del año pasado, en Cerro Azul - señaló a Cuckatail - y a él también!

- ¿venían juntos, no es así? - se resignó Dai.

- si! pero estaban con otro tipo, su piel era verde y tenía un atuendo raro, insistió en que no podía meterse al agua porque tenía miedo de perder sus... ¿aretes?

- Potara, sus Potara - Dai abrió los ojos como platos - sigue, Hugo...

- este de acá - señaló a Cognac y se acercó al oído de Dai para que nadie más escuchara - se metió en una carpa a ya sabes qué con una chica en la playa!

- si - Daishinkan cerró los ojos - creo que estamos hablando del mismo sujeto... ¿qué hay del otro?

- pues... solo lo vi atrapando cangrejos - se sentó en una banca - y al otro sujeto también... pero de la nada - se paró en la banca - pum! el tipo de los Potara desapareció junto con los otros 2 pero... - asintió con la cabeza rápidamente - eso es! la respuesta que estás buscando yo no la tengo... pero sé quien la tiene!

- anda dime! - Dai se paró en la banca también.

- oigan - se acercó Danna a los demás que estaban jugando poker - alguien debería decirles que esa cosa se va a romper - señaló la banca apunto de caerse.

- no les digas nada! - Gregorio dejó su teléfono grabando.

- conozco a la chica que se... - se quedó callado y se sonrojó - ya sabes! era una vecina, de seguro tiene el número de contacto de tu hijo...

- ¿y dónde está ella? - dijo Dai impaciente.

- se mudó, ahora vive en Cañete, creo - intentó llamarle pero ella no le contestaba.

- ¿qué sucede? - Dai se acercó un poco al teléfono para escuchar.

- no me contesta - suspiró - intentaré llamarla más tarde.

- ¿hay alguna forma de llegar hasta donde ella vive? - dijo Dai algo impaciente - ¿sabes dónde reside actualmente?

- he escuchado rumores - se puso a pensar - pero no garantizo nada...

- eso me basta! - rentó rápidamente un microbús - Hugo... ¿sabes conducir?

- si y no - dijo apenado.

12 ángeles, 1 amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora