Capítulo 21

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*Calle*

Ya han pasado varios días desde que vi a Poché en su casa y nos besamos, decidí darle su espacio teniendo en cuenta que todo para ella es muy difícil, no me recuerda y lo único que sabe de mi fue que la abandoné en el hospital y que por mi culpa casi muere. Sé que sus sentimientos por mi son fuertes y que posiblemente me sigue amando con la misma intensidad con que lo hacía antes del accidente, lo sé por la forma en la que me mira, por su reacción al tenerme cerca pero también sé que no confía en mi, que la lastime y que esta confundida; acepto mi culpa porque debí hacer las cosas diferente, no debí desaparecer de un momento otro y por lo menos debí llamar para saber de ella, ahora estoy pagando las consecuencias de mis actos y desconozco si mi futuro va a ser posible a su lado.

–¿Estás nerviosa?–pregunta Paula sacandome de mis pensamientos.

Suspiro y miro al frente antes de responder.

–Si–la miro–¿y tú?.

–También–sonríe, nerviosa–no he hablado con ella desde que estuvimos juntas.

–Y saliste corriendo de su apartamento como una cobarde mientras ella dormía.

Pau niega con la cabeza notablemente decepcionada de si misma.

–Sé que no debí hacerlo pero el miedo fue mayor–hace una pausa y habla con una evidente  tristeza en sus ojos–ella no me llamo, ni me escribió. No la veo hace una semana.

–La lastimaste, Paula.

–Lo sé–susurra con dolor.

Nos quedamos en silencio cada una perdida en sus pensamientos, pocos minutos después vemos un carro estacionarse en la entrada del hospital, nosotras estamos en la acera del frente así que podemos verlo todo, primero se baja Lauren, seguida por Juan Carlos y Vale, Lauren abre la puerta trasera del carro y dejo de ver su rostro porque se agacha para segundos después verla junto a Poché, aparentemente la está ayudando a salir del carro, están tan cerca y se sonríen de una forma tan particular que mi corazón se comprime y se apoderan de mi la incertidumbre y la desconfianza, Poché se apoya en sus muletas y entra al hospital seguida por Lauren, Juan Carlos y Valentina. De inmediato viene a mi mente la conversación que tuve con Paula hace unos días en mi apartamento cuando me contó que Lauren y Poché iban a besarse y empiezo a creer que tiene razón, mi estado de ánimo decae completamente y solo puedo pensar que la estoy perdiendo.

Miro a Paula quien mira fijamente la entrada del hospital y me aclaro la garganta antes de preguntar.

–¿Entramos?

–No creo que nos necesiten–habla bajito sin ocultar lo mucho que le afecto ver esa escena.

–Vamos–la jalo del brazo y al entrar vemos a Poché sentada en las sillas de espera, junto a su papá y su hermana, nos acercamos a ellos.

–Hola–saludamos tímidamente, los tres giran sus rostros para mirarnos y devuelven nuestro saludo.

–Hola–responde Poché con una sonrisa pero sin ocultar su sorpresa.

–Vine–me aclaro la garganta intentando calmar mis nervios–vinimos a acompañarte en tú terapia, sabemos que hoy las inicias de nuevo y queremos apoyarte.

–Además–habla Paula rápidamente antes de que Poché pueda responder–también queremos que tú y Lauren nos acompañen a comer algo.

Miro a Paula confundida y ella me hace un gesto para que le siga la corriente.

–Ah si–sonrío‐eso también.

–Gracias–sonríe alegremente–seguro que Lau acepta.

–Por cierto... ¿dónde está ella?–pregunta Paula haciendo que Poché sonría un poco.

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