Recuérdame

Capítulo 14

*Poché*

No sé cuantos minutos han pasado desde que Daniela abandonó la habitación. Enterarme que ella era mi novia antes del accidente no me sento bien aunque muy en el fondo siempre sospeché que ella era alguien importante en mi vida; ahora entiendo mi necesidad por cuidarla y hacerla sentir bien las veces que la vi llorando, mis nervios y el acelere de mi corazón al tenerla cerca, mis ganas de verla y escucharla.

Estoy enamorada de ella eso es algo que no puedo negar pero estoy enamorada de alguien a quien no conozco y eso me asusta, los pocos momentos que recordé juntas eramos felices. Sin embargo, no sé nada de nosotras, no sé nada de mi y no sé nada de ella y el simple hecho de que no se haya quedado a mi lado en mi peor momento me lastima a tal punto de quererla lejos de mi.
La puerta de la habitación se abre y a los pocos segundos entra Lauren con una notable tristeza que me sorprende, ella siempre está sonriente y verla decaída no es para nada común.

-¿Cómo estás?-pregunta cuando se acerca a mi y se sienta en un lado de la camilla-¿sigues muy adolorida?.

-Los dolores físicos ya me están pasando pero lo que más me duele es el corazón.

-Lo sé, bonita-acaricia mi mejilla-pero tienes que permitirte sentir para que puedas sanar.

-Es que ni siquiera sé que sentir-mis ojos se llenan de lágrimas-¿ella está jugando conmigo o que le pasa?, no entiendo porque no me dijo la verdad.

-Tienes que darle la oportunidad de que te explique, tal vez tenía miedo.

-No sé si pueda hacer eso, no quiero ni verla. Me siento tan lastimada y a la vez tan abrumada por todo lo que me hace sentir una persona que no conozco.

-Si la conoces solo que no la recuerdas-me mira compresiva-En este momento estás dolida pero estoy segura que más adelante vas a querer respuestas.

-Tengo miedo de recordar-confieso un poco temerosa-¿y si ella no me hacia feliz?, ¿y si nuestra relación ya no funcionaba?, ¿y si solo estábamos juntas por costumbre?.

-Todas esas preguntas solo te las puede responder Calle pero siendo sincera creo que tenían una relación muy bonita de no ser así dudo que hayas arriesgado tú vida por ella.

-¿Si es así entonces por qué me dejo aquí botada cuando más la necesitaba?-cierro los ojos dejando que varias lágrimas se deslicen por mis mejillas-Desperté sola, asustada y ella no estaba a mi lado.

-Te entiendo-limpia mis lágrimas con ternura-Yo estuve molesta con ella por mucho tiempo pero decidi que lo mejor es no juzgarla y tú deberías hacer lo mismo, no sabemos que paso para que dejara de visitarte.

Asiento con la cabeza y suspiro.

-No sé que pensar, no sé que sentir, no sé que hacer, no sé nada.

-Tranquila, aquí estoy yo para ayudarte-sonríe, yo también lo hago-Susana me dijo que recordaste algunas cosas y deberías estar feliz por eso es un gran avance.

-No puedo sentirme feliz es este momento teniendo tantas dudas en mi cabeza.

-Hey no-sostiene mi cara con sus dos manos y me obliga a mirarla a los ojos-esa no es la actitud, tienes que estar feliz porque posiblemente recuperes la memoria y vas a poder aclarar todas tus dudas. Además, estás viva un poco mallugadita eso si pero viva al fin de cuentas y eso es lo que importa-sonríe haciéndome sentir mejor.

-Gracias, Lau-la miro fijamente por unos segundos, siempre me han gustado sus ojos tienen un color muy particular que los hace exageradamente hermosos y llamativos pero hoy se ven apagados y eso no me gusta-¿Por qué estás triste?.