Recuérdame

Capítulo 45

*Calle*

Estoy sentada en una de las cómodas sillas que le pedí a Vale que me ayudará a sacar y ponerlas en la parte delantera de la casa, estoy esperando a Paula, quien se sorprende de verme aquí afuera.

—¿Si puedes estar aquí?—deja un beso en mi mejilla y se sienta a mi lado—¿no deberías estar en la cama?

—Si y no, si puedo estar aquí aunque Poché no piense igual y no debería estar en la cama porque ya estoy cansada de estar ahí y necesito aire fresco.

—Pero se supone que debes estar en reposo—me mira con reproche.

—Estoy en reposo, no estoy haciendo nada solo estoy aquí sentada. Además, ya casi completo la primera semana.

—Si pero es mejor que te quedes en la cama.

—¡Ay, no!—me quejo—no vayas a empezar como Poché.

—Esta bien, esta bien—alza ambas manos y noto que trae una bolsa consigo de allí saca un vaso que contiene un líquido muy verde y me lo ofrece, yo lo reviso con desconfianza—la señora de la tienda me dijo que ese jugo está hecho de un montón de cosas saludables por eso te lo traje y te traje una torta que según también es súper saludable—me la entrega y yo le agradezco.

—¿Sabes de que están hechos?—pregunto con temor al mover un poco el líquido espeso del vaso.

—No pero la señora dijo que eran saludables y yo le creo—se encoge de hombros y yo me rio, miro la torta y no se ve tan mal como el jugo ese—ya vi tú cara y deberías por lo menos probarlo.

—Es que...—me interrumpe.

—Pruébalo y sino te gusta no te lo tomas.

Niego con la cabeza.

—Perdón por lo que voy a decir pero creo que esa cosa sabe horrible.

—Pruébalo.

La miro con duda y ella vuelve a insistir, ruedo los ojos y le hago caso, tomo un sorbo con toda la desconfianza del mundo y para mi sorpresa no sabe mal, de hecho sabe delicioso, la miro con los ojos bien abiertos y Paula se ríe.

—Lo sé, lo sé sabe demasiado bien aunque no lo parezca.

—¿Lo probaste?.

—La señora de la tienda me insistió mucho para que lo probara ya que al igual que tú no quería hacerlo y cuando lo hice quede maravillada con su sabor.

Tomo de nuevo y me siento en el cielo, sabe muy rico.

—Nunca imagine que algo que se viera tan desagradable pueda saber tan bien.

—Coincido—me roba un poco de mi jugo el cual ya no quiero compartir—¿Dónde está Poché?.

—En terapia con Lauren, si todo va bien dentro de una semana va a poder dejar las muletas y apoyarse en un bastón mientras su pie se recupera completamente.

Asiente.

—¿Cómo vas con ella?.

—Bien.

—¿Simplemente bien?—frunce el ceño.

—Si.

—¿Qué pasa?, tú nunca respondes de una forma tan sencilla cuando se trata de Poché.

Tomo aire y le cuento.

—Johan esta rondando de nuevo.

—¿A qué te refieres?—pregunta, confundida.

—El otro día vino a buscarla aquí y después fue al hospital.