Recuérdame

Capítulo 4

*Poché*

Estás dos semanas en el hospital desde que desperté han sido duras y muy dolorosas, aún no me acostumbro a no saber nada sobre mi y tampoco puedo caminar bien, las terapias en mi pie duelen demasiado y los dolores de cabeza son constantes. Sin embargo, me siento feliz con las personas que me rodean mi papá y mi hermana son definitivamente la mejor familia del mundo, Paula quien me contó que era mi mejor amiga antes del accidente ha sido un gran apoyo para mi, viene todos los días y me cuenta las locuras que hemos hecho juntas, también esta Johan con quien siento una conexión bastante fuerte, según él somos mejores amigos y aunque sé que hay algo más decidí quedarme solo con eso, varias personas más me han visitado, nunca imagine que tantas personas se preocuparan por mi. Por último está Lauren mi hermosa enfermera, ella ha sido la persona que más me ha ayudado en este proceso, me cuida y va conmigo a las terapias dándome la fuerza necesaria para continuar, me hace sonreír todo el tiempo haciendome sentir mejor en los momentos difíciles, su compañía me hace sentir especial y la forma en la que me mira genera ciertas sensaciones en mi que no puede explicar.

Me encuentro sentada sobre la camilla con todo listo para irme, hoy salgo por fin del hospital y estoy esperando a que mi papá arregle todos los papeles para salir de aquí, ya hablé con la doctora me dio algunas recomendaciones y me advirtió que debo venir sin falta todos los días para continuar con mis dolorosas terapias; mientras espero pienso de nuevo en la persona que ronda mi cabeza desde ayer, su expresión de dolor al saber que no la recuerdo, sus lágrimas, su sufrimiento, su cercanía verla así me causo un profundo dolor en el pecho, me dieron ganas de correr detrás de ella, abrazarla, protegerla, cuidarla y de no ser por mi pie y por Lauren lo hubiera hecho, solo anhelo con todas mis fuerzas volverla a ver pero no se nada de ella, le pregunte a Lauren si la conocía y ella solo respondió que le preguntara a mi papá que él me diría lo que necesitaba saber.
Se abre la puerta de la habitación y entra Lauren con una gran sonrisa en su rostro y sin su uniforme, con una chaqueta de cuero negra, una blusa blanca sencilla debajo y un pantalón azul oscuro con algunos rotos, se acerca a mi y deja un beso en mi mejilla.

–¿Lista para irte?–pregunta mientras se sienta en la camilla a mi lado.

–Si, pero te voy a extrañar.

–Yo también, bonita–acaricia mi mejilla–pero no creas que te vas a librar de mi.

–Es lo que menos quiero–tomo una de sus manos–no quiero que nos alejemos, Lau–ella sonríe con ternura haciendo que mi corazón se acelere.

–Eso no va a pasar, tú vas a tener que venir todos los días para continuar con las terapias y yo voy a estar aquí.

–Lo sé pero quiero que nos sigamos viendo fuera del hospital, solo si tú quieres–ella me mira sorprendida por unos segundos y luego sonríe, es la sonrisa más linda y sincera que me ha dado desde que la conozco.

–Claro que si–acaricia mi brazo–¿estás feliz porque ya te vas?

–La verdad es que si, estar aquí es aburrido.

–¿Me esta diciendo aburrida, señorita Garzón?–finge estar molesta y se cruza de brazos.

–Un poco.

–Perdón?–alza un ceja y yo me río.

–Sabes que bromeo pero si quiero salir de aquí y tomar aire, tal vez estar en casa me ayude a recordar algo.

–Estoy segura que si.

–Gracias.

–¿Por?

–Por todo, por estar conmigo, por apoyarme, por cuidarme, por soportarme.

–No es nada–responde con una sonrisa.