Capítulo 28

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*Poché*

-¿En qué piensas?-dejo de mirar el café frío que está sobre la mesa de la cafetería y me centro en Lauren-haz estado callada toda la mañana, incluso cuando Calle estaba con nosotras.

Permanezco en silencio por pocos segundos.

Lauren y yo decidimos venir a la cafetería que queda cerca del hospital cuando terminé mis terapias de hoy, Calle iba a venir con nosotras ya que ha estuvo conmigo desde temprano acompañandome pero su papá la llamo y le pidió que fuera a verlo así que tuvo que irse.

-Estoy preocupada por Calle.

-¿Por...?-frunce el ceño.

-Hay algo que no me está diciendo.

-¿Lo dices por qué aún no te cuenta la razón por la que dejo de visitarte?.

-Si y no es porque me moleste sino que siento que le está sucediendo algo malo.

-¿Cómo así?-pregunta preocupada.

-Si es que... se niega a hablar sobre eso y con lo poco que me ha dicho empiezo a creer que le paso o le está pasando algo malo.

-¿Cómo... una enfermedad o algo así?.

-Si-respondo en voz baja, no quiero ser pesimista pero siento que algo está mal con Calle.

-Pero no se ve enferma-se queda en silencio por pocos segundos, parece estar pensando en algo-aunque pensándolo bien, la Calle de ahora luce diferente a la Calle de algunos meses atrás.

-¿Diferente cómo?-pregunto con genuino interés.

-Si; antes se veía mucho mejor y no me refiero a su apariencia física, sigue siendo muy guapa pero no sé, se veía como una persona saludable, su expresión facial era tranquila a pesar de su dolor, parecía que todo estaba bien en ella hablando en temas de salud. Ahora se ve más delgada, ojerosa, como sin energía.

-Ay, no-me lamento, no me gusta para nada lo que acabo de escuchar.

-Tranquila, no pienses cosas malas-sostiene mi mano sobre la mesa dándome animo-tal vez esté así porque no se esta alimentando bien, ni está durmiendo debidamente. Para ella fue muy duro lo que paso contigo, su dolor al verte en esa cama era casi palpable, la culpa que sentía era evidente y su llanto era tormentoso; durante los dos primeros meses se la pasó a tu lado día y noche, solo se retiraba del hospital para ir a su casa y bañarse, incluso dormía contigo en el cuarto; por eso, fue tan sorpresivo que ella dejara de visitarte, desapareció de un día para otro sin decir nada y, por más de un mes y una o dos semanas nadie supo nada de ella hasta que despertaste.

Proceso cada palabra que escuche atentamente y se me arruga el corazón al imaginar a Calle sufriendo, entendido que para ella no fue nada fácil lo que paso y esa es una de las razones por las que decidi intentarlo de nuevo. Y ahora mi preocupación ha aumentado, necesito saber que paso con ella en ese mes que dejo de visitarme.

Pueden haber muchas razones entre ellas que se cansó de esperar y no tuvo el valor de decírselo a mi familia y por eso se marchó sin más, quiero creer que esa es la menos probable porque puedo sentir su amor, puedo verlo en sus ojos. Además, si fuera así porque me pediría otra oportunidad si yo en este momento no puedo ofrecerle nada.

Otra opción es que necesitaba un tiempo para ella y prepararse psicológicamente para la noticia de que no logré despertar y poder asimilar mi muerte.

Por último, hubo una razón de fuerza mayor que la obligo a no volver incluso si no era lo que deseaba hacer.

Me inclino más por la tercera, aunque posiblemente sea mi necesidad de aferrarme a algo que me indique que merece mi perdón y el inmenso amor que siento por ella, aún sin recordarla, quienes hablan por mi.

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