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Ella intentaba zafarse del agarre del agresor que sólo la miraba riendo mientras ella gritaba y se removía bajo su pesado cuerpo. No podía salir de ahí, la mano libre del hombre empezó a bajar por su cuello apretándolo y lamió su mejilla, sintió una gran oleada de asco, la mano seguía bajando y bajando y ella no podía más, estaba a punto de desmayarse, tras un minuto horrible el hombre sacó algo del bolsillo, estuvo otro minuto casi sin poder ver nada hasta que subió el objeto y con los reflejos de la luna pudo ver lo que era, era un cuchillo, se movió rápidamente y clavó el arma en el pecho.
Yara despertó gritando y llorando, tenía sudor en la frente y Apolo que la abrazaba tiernamente se despertó del susto y comenzó a besarle la cabeza y a acunarla entre sus brazos.
Habían pasado tres días desde el intento de asesinato hacia sus personas pero cada vez que cerraba los ojos veía esa mirada fría, vacía y sin vida.
En cambio Apolo estaba tranquilo, calmado aunque muy reflexivo y casi sin hablar lo cual molestaba a Yara profúndamente, ¿cómo no estaba alterado?
No habían salido de casa de ella, Philip le había traído a Miles con sus juguetes y comida y algo de ropa, la reunión la hicieron en su casa a la que todos fueron muy preocupados. Cuando contaron lo ocurrido todos comenzaron a hablar muy alto espantados y gritando venganzas que se pusieron a planear rápidamente pero fueron cortadas de inmediato por Apolo diciendo que ya verían lo que harían más adelante.

- ¿Habías hecho eso antes? - seguían tumbados la pareja y el perro en el sofá pero ahora ella dejó de rescate la cabeza a Miles y estaba mirando con esa nueva mirada triste a él.

- ¿En serio quieres hablar de ello? - su mirada seguía sería y severa, aunque consolaba a Yara y estaba ahí siempre que le necesitaba para ella no podía negar que estaba enfadado, furioso y con ganas de venganza no sólo por él sino por haber intentado hacerle daño a ella.

- Sí, quiero saber la verdad, no parece que te haya afectado como a mi y si es así quiero saberlo y si en verdad estás mal quiero que confíes en mi para contarlo.

- Fue hace un par de años en una manifestación, estábamos huyendo de la policía que tenía orden de disparar a matar cuando Robert se quedó sin munición y estaba tirado en el suelo con un policía pateándole la cabeza, el hombre empezó a sacar el arma para dispararle pero yo fui más rápido. - casi tenía los ojos llorosos y Yara no sabía qué hacer realmente por lo que no dijo nada y le abrazó acariciándole las mejillas y el pelo. - Cuando se trata de elegir entre la vida de cualquiera de El Cambio o un inocente y cualquier otra siempre elegiré a la familia, aunque sea a R.

Ese comentario le enfadó profundamente a Yara, los desprecios hacia el joven habían ido en aumento y a pesar de haber tenido ya alguna conversación para advertirle de sus actos, Apolo seguía hablando igual inconscientemente.
Ella no dijo nada esa vez, estaba demasiado débil como para iniciar una pelea, se derrumbaría.

- ¿Y qué sentiste? - quería saber si le había afectado tanto con la ella.

- Nada, no sentí nada, igual que ahora. - Miles tenía ganas de jugar y se movía encima de ellos lamiéndoles la cara pero no estaban de humor, tenían que hacer algo pero no sabían cómo ni cuándo ni nada, estaban ciegos, perdidos, era la primera vez que sintió verdadero miedo de perder a una persona.

Los días pasaron y con ellos una parte del miedo. Las pesadillas en Yara no habían cesado y no podía dormir sin despertarse en medio de la noche gritando a lo que Apolo la abrazaba hasta que se callaba y volvía a dormir. La relación con Apolo se había enfriado un poco desde el incidente, no sabían qué había pasado pero él estaba un poco distante aunque le dijo en confidencia a la Trinidad que tenía miedo de perderla, de que muriese, de que le viera morir a él, Apolo estaba preparado y dispuesto a morir por la causa pero no quería provocar sufrimiento, sabían que iban a una guerra y que tarde o temprano la muerte era de lo único de lo que no podían huir, no obstante sentía que lo que había pasado estaba relacionado con el hecho de que ella amenazara primero a Bakunin hacía unos meses y esa fue su venganza frustrada pero eso no se lo dijo a nadie y era algo que le iba poco a poco consumiendo.

El Cambio por la LibertadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora