Era principios de febrero. Las semanas habían pasado y con ellas, los exámenes de enero, en los cuales había sacado las mejores notas del curso y tuvo que dar más de un recital al que asistieron todos sus amigos a apoyarla, varias reuniones más de El Cambio, una relación cada vez más consolidada con Apolo y llevaba más de un mes viviendo en su nuevo piso que habían decorado entre todos.
A los pocos días de mudarse hicieron una pequeña fiesta de estreno de casa y cada uno dejó un recuerdo pintado en las paredes blancas. Kendra y Raven dibujaron mariposas, Clarise y Ryan pintaron una tarta, Neal escribió la palabra felicidad en grande, Justin y Gabriel pintaron y escribieron citas de médicos que a ellos les inspiraron, Arthur como no podía ser de otra forma coloreó unos guantes de boxeo junto a las palabras "demuestra lo que vales" en grande, Philip escribió una cita junto con unos pequeños corazones al lado de su firma, el Pequeño John dibujó flores y le escribió un poema suyo frente a la cama para que lo pudiera ver cada ver que se despertara, todo era dulzura en él. Robert fue un caso aparte, dibujó todos los techos de la casa, el dormitorio con las constelaciones parecido a como tenía el salón de su pequeño apartamento, el salón lo pintó como si fuera un océano, lleno de corales de colores y pequeños bancos de peces metiéndose entre ellos con finos rayos de sol atravesando el agua, era realmente precioso, se pasó días pintando mientras bebía toda la cerveza que Yara tenía en casa. Apolo fue el más simple de todos, sólo escribió "Desgraciado quien no haya amado mas que cuerpos, formas y apariencias. La muerte le arrebatará todo. Procurad amar las almas y un día las volvereis a encontrar". Él no le dejó ver qué estaba escribiendo hasta que lo hubo terminado y cuando por fin ella pudo apreciar las palabras escritas las lágrimas salieron de sus ojos.Había que celebrarlo, en un par de meses Yara acababa su licenciatura y estaba a punto de conseguir una plaza en una universidad privada como profesora de teoría musical. No era el trabajo de sus sueños pero le daría un buen sueldo y le dejaría muchísimo tiempo para dedicarse a tocar. Salieron todos de fiesta a festejarlo, escogieron un bar que había recomendado Philip, el más enterado en saber dónde había fiesta.
Kendra, Neal y Justin bailaban juntos mientras se daban algún beso esporádico, mientras Philip bailaba con Gabriel casi obligándole ya que la coordinación no era lo suyo especialmente pero se veía que le quería tanto que por él intentaba seguir los pasos que le indicaba su pareja. Arthur sacó a bailar a Yara y ella no dudó en decirle que sí, ambos bailaban bastante pegados bajo una mirada de diversión de Apolo que se había negado rotundamente a bailar mientras reía divertido cuando la mirada de la chica se posó en Robert, que estaba sentado a unas cuantas sillas de Apolo, le miraba con los ojos verde vacíos mientras bebía una copa tras otra sin siquiera moverse cuando giró la cabeza y apartó la vista de la "estatua de mármol" como a veces de llamaba y sus miradas se cruzaron, ella era consciente de los sentimientos de R hacia el líder pero nunca hablaban de ello, simplemente no solía besarle si estaban juntos para no hacerle más daño ya que ella deseaba que R fuera feliz, se lo merecía realmente pero la vida había decidido en no darle ese premio.
Tras haber estado bailando varias canciones seguidas Yara empezaba a estar cansada cuando ya moviéndose un poco más despacio sintió que la agarraba del culo y la cintura con fuerza, intentó girarse pero no podía, la había agarrado, no podía zafarse y sus gritos hacia el grupo que estaba tranquilamente sentado eran apagados por la música a todo volumen. Esas manos siguieron moviéndose haciendo que Yara sintiera asco, la giraron para quedarse frente a su agresor, era un hombre de unos cuarenta años que sonreía de lado pero no era una sonrisa bonita sino una mueca que demostraba poder, superioridad, la estaba acosando y ella tenía que reprimir una lágrima ya que se negaba a darle el gusto de verla sufrir. Su aliento apestaba a alcohol pero aún así era mucho más fuerte que ella y él lo sabía. Estaba sufriendo una agresión sexual, simplemente cerró los ojos mientras gritaba e intentaba soltarse del fuerte agarre de su agresor. Cuando pudo soltar su mano derecha y con toda la fuerza que fue capaz le dio un puñetazo directamente en la nariz y aprovechando que se soltó de la otra mano le propinó otro golpe en el ojo haciendo que cayera inconsciente al suelo de inmediato. La música cesó y las luces se encendieron totalmente, los chicos vieron lo ocurrido y se acercaron rápidamente a preguntar si estaba bien, ella no sabía cómo reaccionar, estaba parada frente a la figura tumbada que no se movía. Los amigos del hombre se acercaron y le intentaron soltar una bofetada a Yara pero Apolo paró el golpe, iniciando con eso una gran pelea entre los dos grupos de gente. La policía vino a los pocos minutos ya que la seguridad del local no fue capaz de pararles. Hasta un Robert muy borracho salió en defensa de la joven aunque eso significara que más tarde le tiraran al suelo y le pegaran entre tres hombres.
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El Cambio por la Libertad
Science FictionYara se muda a Nueva York a terminar sus estudios de piano cuando súbitamente se ve envuelta en una Revolución.