Ares
Todo el camino, fue como si mi vida estuviera pasando frente a mis ojos, cada momento, cada emoción, era como un capítulo distinto al anterior. Antes de todo esto, mi vida era un balde repleto de malas emociones. Odio, muertes, dolor. Si lo pienso, no tenía una razón de ser.
Cada dios tiene una función, pero incluso podría ver que mi padre era capaz de tener una cara diferente en cualquier situación, aunque fuera fingida. ¿Por qué yo nunca pude hacerlo? Desde pequeño escuchaba lo que todos juraban que iba a ser, pero nadie me dio la oportunidad de demostrar lo contrario.Todo hasta que Kala se adueñó de mis sueños.
Ella, aún sin conocerme, confió en mí, se entregó completamente al detestado dios de la guerra, ¿Qué hubiese pasado si kala nunca hubiera llegado? Creo que al final, hubiese terminado perdido. Y es que tal vez antes la idea de morir me parecía imposible, pero ahora podría hacerlo incluso si ella me lo pidiera. Porque Kala me dio mucho más de lo que hubiese tenido derecho de pedir.
Me dio afecto.
Me enseñó que puedo ser mejor persona.
Curó mis heridas sin importar la causa que las produjo.
Me dio un hogar, una familia.
Pero sobre todo, me dio su corazón, su vida. Y eso es algo a lo que nunca me hubiese permitido aspirar.
Le di todo de mí, incluso lo que no tenía. Kala me hizo ver la vida de otra manera, y no porque viniera de otro lado. Kala me enseñó que la vida tenía más colores, que no todo debía ser negro. Que dormir podía ser un sueño y que la cercanía, no iba a matarme. Su toque era lo más parecido a las mejores hierbas medicinales, sus palabras hacían llegar la sangre a mi corazón. Sus besos, su cuerpo junto al mío, Kala me enseñó a construir el amor que nunca tuve.
Sí, pensaba todo esto de camino, porque lo que pasará en unas horas, iba a definir nuestros futuros, ya sea uno juntos, o de ambos por separado. Si no podría estar con ella, debía hacer lo posible por llevarla a Londres. Solo quería liberarla de un destino que, al igual que yo no pudo elegir, pero al menos podría salvar su futuro. Un futuro que desearía fuera a mi lado, pero que no me opongo si tuviera que tomarlo lejos de mí.
Esté donde esté, mi corazón irá con ella, mi amor se mantendrá intacto en mi pecho. Porque mis latidos no estaban cuando ella tampoco lo hacía.
La historia termina hoy, y no estoy seguro si pueda salir con vida de ella.
El trayecto fuera de Atenas me resultó bastante largo porque tomé el camino de los comerciantes, aún conociendo rutas más cortas que solía utilizar durante mis guerras. Estaba bastante despistado.
Ya no quería más muertes, más sufrimiento. Solo la quería a ella, solo quería a Kala.
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ENTRIÓN II: El retorno de los dioses [✔]
FantasyCuando los Dioses del Olimpo se hacen notar y Afrodita se hace presente entre ellos, las necesidades de los mortales por ver caer el Olimpo se hacen incesantes. El Dios de la Guerra no está dispuesto a dejar aquel amor que lo obliga a quemar ciudade...