A parte de conseguirme una carroza, la joven se ofreció a acompañarnos para cuidar de Kala, mientras yo manejaba a los caballos. Recordé un pequeño atajo a la ciudad que descubrí durante una de mis guerras. Los caballos corrían lo más rápido posible, y yo sentía que aún así no era suficiente. No podía poner en uso mis poderes y transportarla, porque en su estado no lo soportaría. Casi no tenía fuerza, mis muñecas ardían y mi pecho se sentía apretado, pero no podía desfallecer ahora, debía poner a Kala a salvo.
—Debes apresurarte, no creo que aguante mucho. —dijo la chica, miré atrás y vi cómo mi Kala, poco a poco se apagaba.
—Aguanta cariño, solo un poco más. —susurré.
***
No sé cuánto tiempo había pasado, pero podía visualizar el templo de Entrión, obligué a los caballos a dar más de lo que estaban dando y cuando estuve en el lugar, me arrojé velozmente de la carroza y tomé a Kala. Sus ojos se encontraban totalmente perdidos y su respiración era casi inexistente.
—Aguanta, aguanta Kala. Ya estamos aquí.
Al entrar a el templo, coloqué el cuerpo de Kala en una de las esquinas y me propuse encontrar algún lugar de dónde sacar agua. ¿Por qué mierda atenea no pudo ser más específica?
De un momento a otro, un foco se encendió sobre mi cabeza. Recordé el pequeño muro en que solía sentarme. Me acerqué con rapidez e intenté limpiarlo, respiré al ver que se trataba de una tapa. Puse toda mi fuerza sin importar lastimar mis muñecas y lo abrí. El fondo era invisible pero aún así el agua no perdía su aspecto puro y cristalino.
—Kala, ¡Lo encontré, Kala! —una punzada hizo presencia en mi corazón, me giré y pude ver que los débiles ojos de Kala, se habían cerrado por completo—. Kala…
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ENTRIÓN II: El retorno de los dioses [✔]
FantasyCuando los Dioses del Olimpo se hacen notar y Afrodita se hace presente entre ellos, las necesidades de los mortales por ver caer el Olimpo se hacen incesantes. El Dios de la Guerra no está dispuesto a dejar aquel amor que lo obliga a quemar ciudade...