ESCAPE (AkuAtsu) +18

Capitulo 13. Visitas.

Pasaron algunas horas y pronto llegaron a su celda, fueron arreglar su desorden.
--Rápido, atenlo.-- dos alfas lo esposaron mientras los demás acomodaban.
Lo sacaron, pero estaba vez, tomaron un camino distinto al que generalmente transcurría.
Al final del pasillo, cerca de los jardines negro y verde, había una puerta mas pequeña, casi al doblar la esquina.
Al jardín rojo.
Este si que no lo había visto, la seguridad era relativamente menor a los otros dos jardines.
Se altero un poco,no sabia que había adentro.
Las puertas se abrieron sin mucho drama y entro caminando solo.
Un jardín algo más pequeño que el verde, poco iluminado.
Árboles, y... Betas.
No habían muchos betas, y los que estaban parecían idos, como siempre. Entro de lleno y noto que no atrajo mucho la atención de ninguno.
Miró el lugar, esta vez con más detalle, ahí sólo tenían el techo despejado y cubierto por mallas de metal, era demasiado alto, pero supuso que el mapa compensaba a tener sentido. Era un enorme rectángulo, de dos pisos, abajo estaban los laboratorios y todos los pacientes, y divididos en tres secciones, hasta el final se encontraban los que, según los guardias, estaban en el área de experimentación. Después  la segunda sección enfermerias, y la tercera la recepción. Arriba seguramente trasladaban otros pacientes. Y parte de eso a los costados del grande edificio del lado derecho estaban dos jardines, separados, el jardín verde que estaba más pegado a la sección de enfermería y el jardín rojo, que estaba más del lado de la recepción. Según el mapa estaba el jardín negro, pero ese del otro lado del edificio, del lado izquierdo. Supuso que había alfas ahí. No era un edificio complejo, lo difícil eran los accesos y ya.
Lo que si lo mantenía en desventaja era que no conocía el exterior, y ahora sus únicas opciones era la ventana del jardín verde o directamente la recepción. No tenía más información pero ya era algo.
Estuvo ahí al menos una hora, no hablo con nadie y se limito a observar, grande fue su sorpresa cuando fueron por él.
Había sido rápido.
Aunque de igual forma, lo trasladaron a la enfermería, no era mucho, pero sentía que ya había pasado mucho tiempo fuera.
Los guardias los dejaron igual de bruscos, se limito a sentarse en la camilla y observar todo el lugar en silencio.
—Uh...Parece que el omega no te hizo daño.-- Dijo ella, despectiva.
—¿Eh...?--
—...No es nada.--
Akiko lo miró atenta, generalmente no hablaba.
Sabía que los experimentos que le hacían con los omegas, y al parecer, ese albino no lucho, copeero mucho.
La mujer se levantó y sin decir nada, salió. El se quedó ahí sentado, con un termómetro en su axila. Miró los alrededores, le aliviada mucho que no hubiera cámaras, miró el escritorio de esa mujer... Había materiales que jamás había visto, tenia curiosidad por descubrir sus funciones, aunque no era momento para eso, analizo bien y sólo atinó a recoger tres jeringas, esas si las reconocía...
Había también un mini cuchillo, eso podría servir, lo tomo también y las guardó en su pantalón y esperó tres minutos más a que llegará la mujer con los dos guardias de la última vez, la miro, con su habitual máscara de no estar entendiendo nada. Se acercó y le quitó el termómetro.
—Parece que no hay irregularidades. — los miró a los tres.
—Llevenselo y continúen con su trabajo.-- Permaneció quieto, aunque bastante nervioso, ¿Que le pasaría si se daban cuenta de que tomo eso?
Lo dos guardas betas lo tomaron y llevaron.
Caminaron tranquilos.
—¿Qué mes es este?--
Se atrevió a preguntar, ya fuera y en dirección a su celda,  con un tono de ausencia fingido.
Los dos hermanos dejaron su plática de doble sentido para responderle rápido.
—Septiembre.--
Le dijo la Naomi, Serena.
—¿Hará frío?--
Cuestión, igual de distraído.
—Siempre hace frío aquí.--
—¿Es así? ¿Porque?--
—Quizá por el bosque, genio.--
Le dijo su hermano, sarcástico.
Excelente. Estaban en un bosque, no pudo evitar relacionar el lugar al del orfanato.
Siempre hay más de una manera de salir y huir.
Lo dejaron de nuevo en su celda y escondió las jeringas debajo de la cama, junto con la cuchilla, todo con discreción mientras se acostaba en la cama.
Sabia que le servirían, debía cuidarlas, no podría tener otro mini ataque de furia como el de hace unas horas.
Su corazón se oprimido y fruncido el ceño molestó, había recordado al omega, gracias a ese retrasado puso salir.
Comenzó a pensar en las mochilas de la enfermería, debí robar una para guardar los suministros, pero para comenzar con algo serio, debía encontrar la cosina y algo más de ropa, si no lo lograba pronto sentía que enloqueceria, quizá sólo seria así.