Capitulo 28. Libros.

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Akutagawa sintió como la sangre bajaba por su nariz.

—¡L-lo siento! ¡En verdad, no lo  hice con intensión! —

Kyouka sostenía un trapo sobre su nariz, había golpeado sin querer el rostro de Akutagawa.

Akutagawa asentía para ella, tratando de decirle que no había problema.

De nuevo estaban en practica de combate, parecía que el alfa se había distraído y sin querer le otorgo un fuerte golpe justo en su nariz.

Kyouka pudo notar, cuando estuvo cerca de él presionando su rostro, que tenía temperatura, otra vez.

Había estado tosiendo, y parecía que su brazo y pierna aun seguían resentidos.

Ese pobre hombre debía descansar.
Parecía que cada día que pasaba, mas jadeaba.

—¿Que sucede?—.

—Te ves desecho...—.

Detuvieron su entrenamiento en eso, Kyouka le dijo que aunque fuera algo temprano, podía recostarse y tratar de dormir, le preparia un té caliente.

Para su sorpresa, el acepto sin quejas.

Parecía cansado, pero había algo extraño.
Entendía bien que tenía lesiones que no se trataban solo con pastillas analgésicas y dormir, pero aun así...
Sus pupilas estaban dilatadas y cada cierto tiempo jadeaba, como queriendo descubrir un olor en el aire...

Constantemente se veía absorto cuando veía al omega, incluso si mirada parecía querer atacarlo.

—¿Acaso...?—

Kyouka vio entrar al mayor a la cabaña mientras ella limpian sus manos y el trapo con sangre.

Diría que se estaba volviendo una completa loca y paranoica si no pudo notar como los colmillos del azabache habían crecido un poco, no tenían mucho ahí y esto apenas lo pudo notar cuando el alfa estaba bailando con Atsushi.

Debían ser cuidadosa para cualquier percance que se pudiese presentar.

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Akutagawa quito la mano de su nariz, sintiéndose adormilado, entro a la habitación encontrando al omega en el suelo, con un montón de libros.

—Jinko...—
Él omega giro su cabeza, con una enorme sonrisa.
Levanto un libro y le enseño.

—Ah ah.— al aparecer de bajo de la cama, había una caja llena de libros.

Que hablando de cama, esa de ahí tenia ya las colchas amontonadas en un  extraño refugio acolchonado, y parte de su ropa que se quedo afuera, ahora estaba ahí arrugada.

Quería decir algo por eso, pero el descubrimiento de Atsushi le dio más curiosidad .

Akutagawa se acercó .

Miro las portadas pintorescas que tenían, así como otras mas simples.

Se agacho y los miro.

Pequeños libros para niños, con moralejas.

Atsushi tomo varios y subió a la cama, arrastrando a Akutagawa.

—Espera...—
El menor le puso un libro enfrente, entusiasmado.

—Jinko, no me siento bien, estar cerca de ti es...— bajo la mirada al libro que el omega no dejaba de menear frente a sus ojos.

"La moraleja del conejo y la tortuga"

Se acomodo mejor, mientras veía y tocaba la pasta del libro, examinando la Pieza.
Era un libro bonito.

Atsushi se acomodo a su lado y le miro, esperando.

ESCAPE (AkuAtsu) +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora