Capitulo 17. Dopeado.

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El día paso lento.
Así se sintió, los otros alfas si parecían estar perdidos en un universo que jamás comprendería. Ranpo, parecía llevarse bien con todos, hasta parecía cuidarlos, noto que no era un mal tipo, o que no buscaba joder adrede con sus deducciones, sólo era muy entrometido.
Después de convivir, pasó ahí la noche, no lo llevaron a su celda y Atsushi nunca llegó, eso, lo calmo bastante en realidad aunque no lo recordó hasta la noche, dormían relativamente juntos, con camas extrañisimas pegadas al suelo.

Todos durmieron, pero el se quedó despierto, ciertamente no le daba nada de confianza estar rodeado de tantos extraños, pensado en el plan, en lo que dijo Ranpo y en el destino... irremediablemente en el omega, pero hizo todo para sacarlo rápidamente de su mente.

Al día siguiente, recibió el desayuno junto con los demás, por alguna razón sentía que el tiempo pasaba mas rápido estando acompañado.
Además, nunca había convivido tanto tiempo con tantas personas; y a eso de las dos de la tarde, se lo llevaron.

—Suerte, dual —.

Escucho decir a Ranpo mientras era sometido y esposado, lo miro y este sólo le asintió.

Con el gran proceso de siempre, lo llevaron a su celda.

Misma contraseña.

Misma celda, sólo de nuevo.
El menor no estaba y noto inmediatamente que todo estaba recogido y libre de feromonas, ahora sustituido por algún producto de limpieza con olor a naranja, supuso.

Naranja.

Camino a la cama después de que lo liberaron y encerraron. Pensó de nuevo en el omega, por la cáscara de naranja. 

Ya era algo tarde. Se sentía cansado por no haber dormido nada, meditar mucho el lo mismo le comenzaba a causar dolor de cabeza. Se recostó, mirando la puerta, atento.

Mirando... Sintiéndose débil.

¿Sueños? Generalmente tenía pesadillas, donde siempre estaba oscuro y tenía que correr por una cerca, al borde de un pequeño jardín gris. 

Sueños difusos donde aprecia la sonrisa y voz de  Chuuya, jamás podría olvidar a ese omega... 

A veces incluso fantaseaba con los mundos de los libros que llegó a leer. Un mundo mítico, de libertad.

Pero ahora, soñaba con el omega, nada fuera de lo que ya conocía, él y el omega encerrados ahí.

Abrió los ojos, la comida estaba ahí, le comenzó a doler  el cuerpo. Algún guardia entró y le dejo la comida, pero no le desperto. Se levantó quedito, sintiendo que vomitaria y con un mareo a horrores, con dolor insoportable.
¿Qué estaba pasando? Recordaba que se sentía así cuando despertaba de una sedada en el orfanato. Sintió la boca seca, pero el pensar en  tomar algo le asqueo, se quedó ahí.
Sentado, esperando a que se dejará de sentir así. 

Comenzó a pensar en el plan, pero el pecho le comenzaba a doler al igual que una costilla.

Se levantó aún mareado y fue por el vaso de agua, lo bebió y comenzó a estirarse. Tenía un rato sin ejercitar su cuerpo por que creyó que sería arriesgado o que le pondrían algún castigo, pero ya sabía que era observado como experimento, las cosas que hiciera las evaluarán como  una reacción á. 

Era un experimento.

Siempre debajo de un ojo.

Siempre haciendo los que ellos creían que haría.

Siempre. Debajo de alguien.

Comenzó a sentirse peor, el dolor de su pecho no era físico.
Era... Algo... Algo estaba pasando.

ESCAPE (AkuAtsu) +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora