Capitulo 5. Vendas.

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¿Qué?

¿Un Alfa?

El azabache abrió mucho los ojos. La alfa rio.

—¿Qué? ¿Te sorprende? — su pregunta fue tan burlona e impasible que Akutagawa casi le suelta un golpe.

—Carajo, era más que obvio, chico. — dijo ella, resignada cuando no vio cambio en su expresión.

—Eres muy tonto. — la chica se acercó al pizarrón y comenzó una explicación con un tono molesto y estúpido.

—Ya que nuestro querido azabache, no conoce su propio mundo tendré que explicarte. — señaló varios dibujitos de ahí— TÚ eres una alfa, ¡Felicidades! Los omegas y alfas no son taaan comunes  cómo crees, ¡Ya tienes 19 años! Pronto empezarás a experimentar tus celos, tendrás una jodida pareja ...— su animada y sarcástica explicación fue interrumpida cuando el chico la arremetió contra la pared.

—Cállate de una maldita vez. — la chica salió rápido de su aturdida y sujetó sus manos con fuerza.

—Tuve esas malditas clasecitas y entiendo que soy... y lo que vendrá. — se miraron fijamente a los ojos, la chica sonrió y lo empujó lejos de ella.

—No lograrán darme a nadie, ¿Me escuchaste? TÚ ni nadie me despojaran de mi libertad. — la chica frunció el ceño, confundida.

—Así que escúchame con mucha atención, traicionera, SOY UN BETA. — Akutagawa apuntó sugestivamente a la libreta donde había estado apuntando las observaciones.

Higuchi levantó las cejas y el chico salió. Ella aplaco sus temblores y recuperó rápido la compostura. Soltó un bufido.

¿Traicionera? ¿Ahora que carajos le pasaba? Limpio su uniforme y pensó un poco, le pareció sumamente estúpido que le gritaba que es un beta con todo el comando alfa saliendo de su garganta.

Era un alfa pequeño e inexperto, así que no le afectó mucho. No podría contra una alfa más experimentada...

Miró sus apuntes... ¿Qué tramaba con querer ser beta?...

—Siguiente...— dijo. Y vio entrar a un chico. Trago saliva... se metería en muchos problemas.

...

Akutagawa salió rápido de ahí y de la muchedumbre... corrió hacia afuera evitando  a los hombres que miraban desde arriba. Escaló un árbol, el de siempre, el lejano a todo y cerca de la salida. Se acostó en su rama y miró el cielo... Luego toco su brazo pinchado.

Era Alfa. Río amargamente, de alguna manera lo suponía, pero siempre se hizo la idea de ser un beta. 

Ahora sería más complicado existir. Entendía un tanto lo que es ser alfa. Tenía muy en mente todo lo que le enseñaron. Pero no podía importarle menos.

Ahora debía de irse. Y pronto. 

Miró hacia las puertas del estacionamiento. 

Cerrada y sin ningún guardia. Carros desconocidos y lujosos estacionados. 

Esa noche los presentarían a él y  sus comparemos, lo sabía.

Entonces esa noche se iría.

Todo el día trató de actuar lo más normal posible. Evitando a toda costa a los cuidadores y a los adultos bien vestidos. Era un chico mayor, no podían prestarle mucha atención. Aseguró su pequeño resguardo. Comida en lata, ropas robadas, una frazada pequeña, unos zapatos, los más nuevos que pudo conseguir, pan duro y el reciente cuchillo. Se vistió con su ya vieja camiseta de manga larga gris y sus pantalones de mezclilla negros y rotos, su calzado viejo y algunos vendajes habiéndole de calcetín. Sentía que lo necesitaba por si necesitaba correr mucho.

ESCAPE (AkuAtsu) +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora