Capitulo 9. Psiquiatría.

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--Caballeros—Hablo Fyodoy, a sus fieles compañeros en el estudio.
–Espero estén preparados—todos conversaron un poco, bastante intrigados, esperando ver que la pantalla se prendiera, en esa habitación elegante, rodeados de espectativas.
–Hoy verán a la naturaleza actuar es su esplendor…--

Akutagawa se encontraba arriba de la cama sentado, pensando en los pocos cuartos que conoció al ser sacado para una revisión extraña, no sabía cómo, pero pudo ver sus costillas en una imagen… sin duda estaba en lugar enorme… en ningún momento vio el exterior… aunque estar inmóvil no le ayudo… tenía que empezar a conocer mejor el lugar para escapar, lo poco que pudo averiguar era que estaba en el Hospital Psiquiatrico Sakura, lo averiguo por los extraños artefactos y por las palabras de sus nuevos cuidadores, y por el nombre de las batas de los sujetos…era el mismo al que habían vendido a Chuuya, aunque seguro ya no estaba ahí...
Sus pensamientos se interrumpieron cuando la puerta se abrió…miro  atento esperando ver a las chicas y chicos que solían venir, pero grata fue su sorpresa cuando un cuerpo se desplomo al suelo y la puerta fue cerrada nuevamente, como si lo hubiesen arrojado. Se alertó y miro atento, el  cuerpo estaba envuelto en una manta gruesa verde, comenzó a bufar y moverse con dificultad, Akuaragawa estaba por levantarse cuando una intensa  ola de feromonas de alfa lo inundó.
--Mierda...--joder, se sentía tenso, pero logro levantarse, aquel hombre no se movió por unos segundos Akuatagawa entendió que aquel sujeto estaba en celo (Rut). Se preparó casi instintivamente para tratar de pelear. El azabache no lo sabía, pero sus propias feromonas fueron esparcidas por todo el lugar, dando a entender que esa habitación era suya y sobre todo que no le temía. Y de la nada el hombre se levanto, buscándolo, bufando y respirando en desesperación. Cuando sus miradas se encontraron, ambos se agacharon levemente, comenzó a gruñirle pero Akutagawa se mantuvo callado, mirándolo, acechándolo. El hombre se lanzó a él, Akuatagawa lo esquivo y regreso para golpearlo, pero recibió un golpe en su lugar, era bastante rápido. Reacciono con velocidad y lo obligo a seguirlo de nuevo a la cama, para brincar y caerle encima con toda su fuerza, golpeándolo con los codos y puños cuando lo tumbo al suelo, el hombre poco se intentó cobrar pues su intención se cumplió cuando lo retiro de él y lo sometió debajo. Se acercó a su rostro y Akutagawa, no sabía como, entendía porque, pero algo de le gritaba que lo mordería.
--¡Mierda!-- ¿Lo  quería someter? Golpeo con demasiada fuerza su rostro con su antebrazo, logrando lastimarse y tumbarlo a él. Algo se había despertado en él, la cólera le subió cuando le intento morder, no entendía porque pero, la intención que tenía le enfermo en su grado de asco, preguntándose internamente el cómo carajos se había atrevido a siquiera intentar morderle. Se levantó con rapidez  y lo pateo en el estómago hasta que no se pudo levantar y aun así, siguió golpeándolo, hasta dejarlo inconsciente… soltó sus  feromonas por todo el lugar un tanto más consiente ello, arrastro al tipo  hasta una esquina y recorrió la cama lejos de él. Toda la tarde estuvo muy intranquilo, él no lo sabía pero su instinto de comando alfa estaba más que desarrollado ahora, había despertado esa aparte de protección y orgullo alfa.
Caminaba de aquí para haya, soltando feromonas por todas partes. Quería dejar en claro ahora sus dominios, rápidamente, estaba convirtiéndose exactamente en lo que Fyodor quería, un animal.
Ya en la noche regresaron por el cuerpo de aquel alfa, y Akutagawa trato de percibir más el aroma de sus constantes visitas…
Doctores.
Enfermeras.
Asistentes.
Detectar y ver como derribarlos.
Nunca pregunto, pero la visita de constante alfas en celo le llegaron, siempre en las tardes, desde alfas jóvenes, alfas de su edad y algunos más adultos, todos, uno tras otro entraban, en su Rut, oh bien, con toda las ganas de atacarse y pelear.
Notaba como cada uno se veía mas ido que el otro, intento detenerlos con palabras, pero parecía que su vos les fastidiaba.
Era extraño, cansado, jodido. Terminaban heridos a muerte, y él no lo sabía, pero llego a matar a más de alguno joven… sangre de alfas
estaban ahora en sus manos, y él no lo sabía y tampoco procesaría lo que podía llegar a hacer.
Terminaba tan herido, eufórico y caótico, que las enfermeras no podían entrar, no porque asechara para marcarlas o violarlas, sino porque solo quería golpearlas también. Estaba sacando todo su odio y estrés, de su vida y de no saber dónde está.
Fyodor miro extasiado todo el espectáculo que brindo por esa semana, reportando y anotando lo mucho que suelen contenerse los alfas todos los días, que en realidad podrían ser muy peligrosos para demostrar su poderío. Pero, cuando noto su rechazo por las betas, su intriga se basó en eso y para su muy afortunada suerte su celo se acercaba.

ESCAPE (AkuAtsu) +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora