...
..
.
Atsushi vio sus botas empapadas, de pie sobre el charco de agua, sin sentirse capaz de esperar a que las ondas del charco se calmaran para ver su reflejo.
Levantó la mirada, las personas del pueblo se agrupaban lentamente, algunas despedían a sus familiares, que subían al tranvía, con destino al tren y un largo viaje.
No supo exactamente en qué momento, pero Kyouka ya le había dado una abrigadora bufanda y un café, el cual terminó cambiando por un té, pues sentía que vomitaría.
Las voces ajenas, la voz de Kyouka e incluso su propia se oía lejana, se sentía tan cansado y con la cabeza absorta. Cómo estar y no estar y no tener la suficiente capacidad para concentrarse.
Casi como si estuviera ebrio.
No sintió siquiera el viaje en tranvía, cuando abrió los ojos, Kyouka le decía que bajara. Nisiquiera notó lo alerta que estaba Kyouka, mirando con cuidado y hablando poco.
—Tenemos bastante tiempo sin subir a bordo de un tren ¿no es así?— Murmuró Kyouka, asegurándose de que Atsushi estuviera en orden. Había notado su estado ausente, pero entendía que poco podía hacer hasta llegara a casa, ahí estarían con ayuda y a salvo.
Agradecía que se estuviera quieto y se mantuviera con semblante bajo, pues aun era riesgoso bajar sabiendo que estaban cazando cualquiera que le pareciera sospechoso; haber bajado con Higuchi le dejó en claro eso.Él dinero era considerable y comprar aquel helado raspado de fresa fue una buena idea, pues por su vestuario y su actitud actuada, los vigilantes no le prestaban atención como posible prófuga. Los enfermos del psiquiatra no eran dos omegas bonitos e inocentes que solo viajaban, no señor.
Estaba a bordo del tren ahora, al parecer sería un largo viaje de dos días, pudo solicitar un espacio especial de omega adentro del vagón, fue algo caro y aun así tenía dinero de sobra.
Miró el cuarto, había dos sofás cómodos que se dividían por una mesa, unos cajones para guardar ropa y reposar sus maletas y un pequeño hielero para guardar alimentos.
Era elegante y cómodo, pero no lograba sentirse acogida.Sentó a Atsushi, acomodándolo con cuidado, con una manta. Tratándolo con atención, sin dejar que se moviera.
—Hace frío...— Musito Atsushi y por un momento Kyouka había olvidado que él ya hablaba y razonaba.
—Estamos en invierno.— Le sonrió y tocó su mejilla, notando su mirada baja.
—Será un largo viaje.— Canto, amigable, Atsushi le siguió con mirada, viendo como acomodaba pacientemente la poca ropa.
—Estamos por partir, señorita.—
—Gracias... oh disculpe, me podría otorga un letrero de "no molestar".—
—Sin problemas, le conseguiré uno.—
Las voces estaban tan lejanas. Tan saturadas.
—Cómo sabrá que es noticia, tengo que insistir en que reporte cualquier persona que considere sospechosa y no dude en presionar el botón de emergencia si se siente insegura.—
Recargó su cabeza en la gran ventana, sintiendo como la plática de Kyouka y el caballero se desaparecía, cerró los ojos. Se sentía enajenado...
Despertando de un gran sueño.
¿Qué... Qué hacía arriba del tren? ¿Cómo llego ahí? El psiquiatra, si... ¿Cómo salió de ahí?
Soltó un suspiro, incapaz de querer abrir los ojos, pues se sentían pesados.Era Atsushi Nakajima, omega, hijo único de Yukichi Fukazawa... Futuro dueño de la empresa de su padre...
Era conocido por tener buenas ideas en la expansión de terreno, por la nueva idea de venta e intermedio de ganado y agricultura.
Durante algunos años se esforzó por escribir algunos libros, novelas... Demostrando constantemente a su padre y a los demás que era capaz como persona, no como omega...Era él omega reconocido, todo ese esfuerzo valió tanto la pena... Sonrió ligeramente, sintiendo como esos viejos días regresaban a su memoria.
—¿En qué piensas?— Susurró con tranquilidad Kyouka. Abrió lentamente los ojos y miró a la chica, recargaba la cabeza en la ventana, sentada frente a él en el otro sofá, tenía sus manos presionadas en sus rodillas y le miraba con los ojos hinchados.
Había llorado. Miró a su alrededor y como si hubiera despertado, se percató de su lugar. El tren ya estaba en movimiento, la habitación estaba cerrada y Kyouka le miraba con semblante deprimente.
ESTÁS LEYENDO
ESCAPE (AkuAtsu) +18
FanfictionEl cuarto de nuevo se llenó de luz y esta vez arrojaron el cuerpo de un chico joven... albino y bastante aturdido, tenía una venda en los ojos y soltaba jadeos, con miedo y confusión. Se puso a la defensiva, pero, cuando esos ojos bicolor lo miraron...