Después de unos minutos los muchachos ya se habían instalado en la oficina de Tomoyo, tenían café y varias galletas.
– Me comento Sakura que venias a Japón –decía la muchacha.
– Si – mirándola– vinimos por un par de días –contesta Touya– estamos dando ya las conferencias por todo el mundo.
– Que bueno –dijo Tomoyo sonriendo– por fin pueden explicar y mostrarle al mundo entero todo lo han descubierto, todo lo que han encontrado.
– Tienes toda la razón Tomy –dice sonriendo Touya.
– Si eso es verdad –sonriendo– pero también hay que reconocer que teníamos muchas ganas de volver a nuestro país –dijo Yukito Tsukishiro mirando a los dos– aunque sea por unos días.
– Eso es cierto –agrego el moreno y mirando a la muchacha le pregunta– ¿Y el monstruo como esta?
Tomoyo sonrió al escuchar lo que le dijo el ojinegro, ya que ese apodo Touya se lo decía desde niña a su amiga Sakura.
– Ella esta bien –mirándolo– esta trabajando en el Hospital General de Tokio.
– Al fin pudo ingresar ahí –contesto y pregunto ¿Cómo medico residente?
– Si –asintiendo con la cabeza– tu mejor que nadie sabe de las capacidades que tiene Sakura – sonriendo– se graduó con honores de la Universidad y paso con muy buenas calificaciones cuando estuvo como interna en el Hospital.
– Mi Hermana a crecido bastante en estos últimos años –dijo mirando hacia la taza de café que tenia en sus manos– que no la he visto.
– Touya –dijo Yukito mirándolo.
– No estés triste Touya –decía la ojiazul mirándolo.
Touya Kinomoto levanto la vista hacia la muchacha que en ese momento lo miraba con una gran sonrisa.
– Sakura lo entiende –sonreía– ya que como para ella su vocación siempre ha sido la medicina para ti es la Historia y la Arqueología.
– Como me conoces pequeña –contesto sonriendo el moreno.
Tomoyo solo observo a las dos personas que estaban al frente de ella.
– Y vemos que a usted también le ha ido muy bien –dijo Yukito.
– Joven Yukito –dijo mirándolo– sabe bien que no me gustan tanto las formalidades.
– Esta bien –sonriendo– Señorita Tomoyo.
Ella solo sonrió y contesto: No me puedo quejar.
– Me alegro mucho pequeña –dijo Kinomoto– que por fin todos tus esfuerzos hayan dado resultado.
– Si –asintiendo– después de todo pude concretar mis sueños.
Pasaron un par de horas, Eriol y Shaoran ya habían llegado a su destino en este momento se encontraban en la Casona Hiragisawa dejando las maletas.
– Bueno estas en tu casa –decía el joven– ponte cómodo.
– Gracias Eriol –contesto Shaoran– pero no te preocupes –moviendo la cabeza.
Su mejor amigo solo lo queda mirando.
– Tomare un baño y luego iré en busca de Kinomoto –dijo caminando hacia las escaleras del segundo piso.
– Okey entonces te paso el auto para que te traslades –decía siguiéndolo con la mirada.
– No – mirándolo– no es necesario –contesto parando de caminar.
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Matrimonio Por Mutuo Acuerdo
Fanfic¿Qué estarías dispuesto hacer una noche en Las Vegas?... - Es una tregua -mirándolo- así que si quieres jugar yo estaré dispuesta -dijo la muchacha mostrándole la mano.. - Pues hagámoslo -mirándola- después de todo es por conveniencia -contesto el...