Jeggy | Jerry Baynard

Pouvez-vous me permettre cette danse?

Salí de aquella carpa aún con esa extraña sensación en mi pecho, tenía un mal presentimiento.

— Necesito despejarme — Murmure para mi misma caminando entre la gente, tratando de buscar algún juego en el cual distraerme.

— Ella es hermosa, se las presentaré...

Esa voz tan conocida, era Danilo y no venía solo, el italiano caminaba con sus padres buscando algo, o alguien.

— ___ es perfecta para mí.

— Diablos — Susurre, no iba a dejar que me presentará a sus padres, por Dios, iba demasiado rápido.

Busque un lugar en el cual esconderme, note un gran letrero que decía "Túnel del amor", el escondite perfecto.

Rápidamente ingrese por una de las dos entradas y me sentí segura de nuevo.

— Eso estuvo cerca — Suspiré.

De pronto sentí la presencia de alguien más en esa habitación, había un señor frente a una caja que me extendía su mano esperando que le pagará mi entrada.

— 2 centavos — Dijo. Yo le entregue mi dinero y después de contarlo todo me señaló con los ojos una cortina rosada que estaba al final del pasillo — Disfruta de tu pase.

Le asentí y camine hasta allí, al recorrer esa cortina pude notar un especie de laberinto con tablas de madera tintadas de rosa y muchas flores adornándolo todo, cada esquina también estaba decorada con corazones.

Camine por el laberinto para tratar de buscar la salida, a veces escuchaba risas a lo lejos y notaba a parejas que caminaban a paso tranquilo admirando la belleza, yo solo quería salir de ahí para apoyar a Anne en el concurso de postres junto a Gertrude y Marilla.

— ¡Fais attention! (Cuidado).

A penas y pude lograr girarme cuando un cuerpo cayó encima mío provocando que ambos resbaláramos y fuéramos a dar al suelo.

— Pardon — Dijo aquella persona.

Cuando al fin pude aclarar la vista note unos ojos cafés muy lindos encima mío, luego recordé la situación, yo estaba abajo de él y parecía que estaba a punto de besarme, nadie podía vernos así.

— Jerry — Murmure irritada — Quítate de encima.

— ___ — Sus ojos abiertos de par en par delataban que tampoco se esperaba encontrarme a mi en esa situación con él.

Jerry se levantó rápidamente tomando su boina del suelo y comenzó a caminar para salir de ahí.

— Oye — Chille enfadada, el chico se giro sobre sus talones para verme, me levante rápidamente para cruzarme de brazos — No es como si no pudiera levantarme sola del suelo, pero es un gesto de amabilidad que me ayudaras después de tirarme.

— Lo siento — Murmuró apenado — Es solo que... estoy distraído.

Las manos de Jerry temblaban frenéticamente ¿Qué le sucedía?

— Tengo que salir de aquí — Volvió a girarse para caminar.

— Espera — Le llamé andando atrás de él — Yo también estoy perdida, podemos ir juntos.

No respondió y tome su acción como una afirmativa, camine a su lado por unos minutos sin decir ni una sola palabra.

— Que tontería — Bufo luego de un rato — ¿Por qué hacen un laberinto tan complicado?

— Las personas que ingresan aquí tal vez no quieran salir — Opine restándole importancia — ¿Por qué no trabajamos en equipo? Así saldremos más rápido.